Aquellos de nosotros que trabajamos con inmigrantes, que compartimos nuestra vida con ellos en Casa Juan Diego, hemos tenido que casi pactar con las crueles y agresivas políticas de nuestro gobierno hacia nuestros huéspedes. Nos hemos acostumbrado a ello, para ser honestos. No estoy segura de que esto sea necesariamente algo bueno. La destrucción de… continue reading