Estaba leyendo un comentario sobre el Evangelio según San Lucas en el momento en que ocurrió un acontecimiento que sorprendió al mundo.
Fue inesperado que un misionero entre los pobres de Latinoamérica, sacerdote, luego obispo, luego cardenal, que había estado al servicio de los marginados y de los refugiados durante años, pudiera convertirse en Papa de la Iglesia Católica. No solo era estadounidense, sino también ciudadano peruano. Sin embargo, en la sabiduría del Espíritu Santo, Robert Prevost fue elegido y asumió el nombre de Papa León XIV.
Al parecer, los cardenales presentes en el Cónclave también apreciaron mucho sus otras cualificaciones y experiencia: como prior internacional de su orden religiosa agustina, como Prefecto de la Congregación para los Obispos del Vaticano y Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina. Su doctorado en derecho canónico atrajo a muchos cardenales.
Para quienes formamos parte del Movimiento del Trabajador Católico, su vida y labor con los pobres de Latinoamérica nos han conmovido especialmente. Su llamado inmediato a la paz al ser presentado después del cónclave y su énfasis en trabajar por una economía mundial más justa reflejaron las preocupaciones de Dorothy Day y de todos los miembros del Movimiento del Trabajador Católico.
El libro que leía sobre el Evangelio de San Lucas me reveló el significado de las Bienaventuranzas que allí se presentan (en cierto contraste con las del Evangelio de San Mateo). Dedicar tiempo a leer los Evangelios, especialmente las Bienaventuranzas, puede cambiar nuestra perspectiva y nuestro corazón.
Aquí están las Bienaventuranzas según Lucas 6:20-26.
Jesús, fijándose en sus discípulos, dijo:
- Dichosos los pobres, porque a ustedes les pertenece el Reino de Dios.
- Dichosos ustedes, los que ahora tienen hambre, porque Dios los saciará.
- Dichosos ustees, los que ahora están llorando, porque reirán.
- Dichosos ustedes cuando la gente los odie, los expulse, los insulte, y cuando desprecie su nombre como malo por causa del Hijo de hombre.
- Alégrense y salten de gozo cuando llegue ese día. Sepan que la recompensa de ustedes será grande en el cielo, porque los antepasados de esa gente trataban de la misma forma a los profetas.
- Pero ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya están recibiendo su consuelo.
- ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque pasarán hambre!
- ¡Ay de ustedes, los que ahora se ríen, porque estarán de duelo y llorarán.
- ¡Ay de ustedes, cuando toda la gente los alabe, porque los antepasados de esa gente trataban de la misma forma a los alsos profetas!
En su comentario Luke Timothy Johnson explica la importancia del lenguaje de San Lucas sobre «los ricos» y «los pobres»: «Los ricos representan a quienes ya encuentran su consuelo en la sociedad y no necesitan el consuelo de Dios. Los pobres representan a todos aquellos que han sido rechazados según los estándares humanos, pero son aceptados por Dios» (Johnson, 22).
Johnson nos recuerda que Dios está obrando en estas palabras de Jesús registradas por San Lucas en las Bienaventuranzas: «transformando valores, desafiando percepciones: los poderosos son derribados, los humildes son enaltecidos» (111). Algunos han llamado a esto la «Gran Reversión» de los valores del mundo.
Las palabras del Evangelio de San Lucas no difieren de las palabras del Papa León en su homilía de la primera Misa con los Cardenales tras el cónclave: «Incluso hoy en día, existen muchos lugares donde la fe cristiana se considera absurda, reservada para los débiles y los ignorantes. Entornos donde se prefieren otras seguridades, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer.
En su siguiente homilía, nuestro nuevo Santo Padre enfatizó las realidades actuales que pueden ser iluminadas por las Bienaventuranzas del Evangelio de Lucas: «En este tiempo nuestro, todavía vemos demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a la diferencia y un paradigma económico que explota los recursos de la Tierra y margina a los más pobres.
El Gran Llamado a la Unidad del Papa León XIV
En su homilía de la Misa de inicio de su pontificado, el 9 de mayo, el Papa León XIII hizo un ferviente llamado a la unidad en la Iglesia y en el mundo.
Hermanos y hermanas, quisiera que nuestro primer gran deseo sea por una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado.
“En palabras de San Agustín: «La Iglesia está formada por todos aquellos que están en armonía con sus hermanos y hermanas y que aman al prójimo”.(Sermón 359,9).
“Por nuestra parte, queremos ser un pequeño fermento de unidad, comunión y fraternidad en el mundo. Queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡Miren a Cristo! ¡Acérquense más a él! ¡Acojan su palabra que ilumina y consuela! Escuchen su propuesta de amor y convirtámonos en su única familia: somos uno en Cristo. Este es el camino que debemos recorrer juntos, entre nosotros, pero también con nuestras iglesias cristianas hermanas, con quienes siguen otros caminos religiosos, con quienes buscan a Dios, con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para construir un mundo nuevo donde reine la paz”.
El Papa León XIV y el Papa Benedicto XVI sobre Fronteras y Divisiones
En su homilía de Pentecostés de este junio, el Papa León se refirió a la homilía de Pentecostés del Papa Benedicto XVI de 2005, cuando dijo: «La Iglesia debe abrir las fronteras entre los pueblos y derribar las barreras entre las clases y las razas. En ella no puede haber ni olvidados ni despreciados.
El Papa León continuó hablando de cómo el Espíritu Santo derriba barreras y abre todo tipo de fronteras, tanto en nuestras relaciones con los demás como entre los pueblos. Concluyó: “Invoquemos el Espíritu de amor y de paz, para que abra las fronteras, abata los muros, disuelva el odio y nos ayude a vivir como hijos del único Padre que está en el cielo. “
Referencias:
Luke Timothy Johnson, The Gospel of Luke. (Sacra Pagina series, Daniel J. Harrington, S.J., Editor.) Liturgical Press, 1991.
Pope León XIV. Homilía de la Celebración Eucarística con Motivo del Inicio del Ministerio Petrino,18 de mayo 2025.
Pope León XIV. Homilía de la Misa Pro Ecclesia celebrada por Papa León XIV con los Cardinales, May 9, 2025.
Papa León XIV Santa Misa en la Solemnidad de Pentecostés, 8 de junio 2025.
El Trabajador Católico de Houston, Vol. XLV, No. 3