¿Quiénes son responsables del agravio
y que sean recurrentes estos hechos?
Tragedias dolorosas que convierten
la perfidia y crueldad en monumentos.
Felona xenofobia cabalgando
por áridos parajes del desprecio,
la barbarie racista e inhumana
propiciando de nuevo tantos muertos.
Multitud encerrada por las rejas
de asfixiantes prisiones entre fuegos,
en cárceles de saña y de violencia,
la idiotez e impiedad de cancerberos.
Caravanas de parias expulsadas
por vil altanería de los imperios,
no hay llaves para abrir la indiferencia
de solidaridad ni un solo gesto.
Migrar no es una falta o un delito,
es de un sistema inicuo el efecto,
es huir de escenarios de miseria,
es la marea humana en movimiento.
Abandono agobiante de terruños,
dejando vulnerados los afectos,
es la angustia por el desplazamiento,
es llevar en el alma un recuerdo.
Los caminos de sombras trashumantes
cruzan por las estepas y desiertos,
viajando en terregales procelosos
y en torrentes de penas y de miedos.
Los crímenes de odio se estacionan
sin llevar armonía por los senderos,
la migración forzada es de personas
y no de mercancías ni de objetos.
La alienación de esta sociedad
por delirios de lucro y de dinero,
y el envilecimiento del poder
de ambición y codicia está enfermo.
Otra comunidad sin explotados
terminará de tajo este infierno,
ya no habrá condenados de la tierra,
se hermanarán por fin todos los pueblos.
El Trabajador Católico de Houston, abril-junio, 2023, No. XLIII, No. 2.