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Carta abierta para mis amigos: Reflexiones sobre la muerte de George Floyd.

por Angel Valdez

En los últimos meses he tenido conversaciones con mis hijos sobre cosas que no debería haber tenido que hablar. Mis hijos han estado aprendiendo últimamente que la gente de raza negra parece ser odiada por gente de otras razas y me preguntan por qué.

Necesito desahogarme. Por favor oblíguenme a hacerlo.

Déjenme empezar por compartir con ustedes un poco de mi historia de trabajo. No estoy tratando de que se enfoquen en mí o mis logros. Solamente necesito ilustrar el punto.

Tengo un grado en Finanzas de una universidad de los Estados Unidos con honores Cum Laude. Tengo un Master en Administración de Negocios (MBA ) con énfasis en finanzas. En el pasado tuve la gran fortuna de haber trabajado en negocios y en proyectos que literalmente cambiaron el mundo para mucha gente olvidada al margen de la sociedad.

Hoy tengo la gran fortuna de manejar un negocio que sigue creciendo y sigue contratando gente a pesar de encontrarnos en la mitad de la pandemia de COVID19. Tengo ademas la gran suerte de manejar una entidad Cristiana sin ánimo de lucro que aloja a aquellos buscando asilo que de otra manera estaría en la calle sin techo. Ademas he sido bendecido por la oportunidad de ayudar a gente joven de Zimbabwe, mi país natal, para que asistan a una universidad Cristiana aquí en Texas.

En Zimbabwe yo trabajo con mi madre ayudando a que muchos niños huérfanos o pobres vayan a la escuela y así, a pesar de todo esto, vivo con temor.

Mi temor ha aumentado al ver las imágenes y videos del asesinato en Minneapolis de George Floyd, un hombre negro. Ha aumentado hasta el punto en que no puedo quedarme callado por más tiempo.

El verano pasado cuando volvía de San Antonio de un trabajo de pastoral la policía me hizo parar el carro cuando manejaba 10 millas por encima del límite de velocidad. Yo no tenía nada que esconder pero estaba asustado. Estoy hablando honestamente, cada vez me asustan más los encuentros con la fuerza pública pues muchos de los encuentros entre agentes de raza blanca de la policía con individuos de raza negra empiezan como una parada rutinaria y terminan con el cuerpo de un negro en la morgue. Tan pronto como logré parar el carro de una forma segura, baje rápidamente el vidrio del carro para que el agente de policía pudiera ver bien todo dentro de mi carro. Intencionalmente saqué rápidamente mi licencia de conducir y la tarjeta del seguro del carro antes de que el policía se acercara al automóvil de esa manera evitaría moverme dentro del auto mientras el agente estuviera de pie afuera del carro. Me aseguré de poner las manos sobre el timón a medida que él se acercaba realmente asustado de la posibilidad de que el encuentro rutinario se desviara de su curso. Afortunadamente el encuentro fue muy profesional.

Un par de semanas después la policía me detuvo nuevamente en la I-20 por no tener la placa de enfrente (licencia) del automóvil que manejaba. No pude dejar de sentir la necesidad de ser extra cortés, extra cooperativo, para así aumentar mis probabilidades de que no me hicieran daño. Estaba asustado.

Nunca en la vida he cometido un crimen. Realmente creo que soy un ciudadano correcto del mundo quien realmente esta contribuyendo para mejorarlo en pequeñas cosas. Pero yo me asusto cada vez que me encuentro con la policía en los Estados Unidos.

Pasados unos pocos días del comienzo del aislamiento forzado por el COVID19 salí a caminar con mis hijos por el barrio. Al caminar pasamos al lado de la estación local de Policía nuestra. A medida que pasábamos por la estación un carro patrulla de policía se nos acercó y paró súbitamente encendiendo las luces de colores. Mi reacción inicial fue de pánico. No sabía a qué atenerme. No se imaginan como descansé cuando el policía salió de su carro, nos saludó y le dio a mis hijos juguetes y dulces sin ninguna otra razón!

En los últimos meses he tenido conversaciones con mis hijos sobre cosas que no debería haber tenido que hablar. Mis hijos han estado aprendiendo últimamente que la gente de raza negra parece ser odiada por gente de otras razas y me preguntan por qué. Ellos quieren entender el por qué a los negros en Africa los hicieron sentirse inferiores los colonizadores Europeos. No tengo respuestas para mis hijos de 10, 7 y 6 años.

por Angel Valdez

Ya empecé a hablarles a cerca de como deben comportarse en presencia del la Policía y en situaciones donde ellos son los únicos niños negros en el área. Les he estado enseñando que siempre deben comportarse muy bien donde sea que estén pues hay gente esperando una oportunidad para demostrar que la gente negra es inferior.Los estoy preparando para vivir en un mundo donde alguien los juzgará solo por el color de su piel y no por su personalidad. Yo ya se que tendré que enseñarles como hablarle a los oficiales de Policía… como comportarse para aumentar sus posibilidades de sobrevivir encuentros rutinarios con las autoridades…como disminuir el impacto de la caracterización racial (ratial profling)…Como ignorar y alejarse de situaciones en que sean confrontados con el odio e intolerancia. Yo no debería tener que planear esas conversaciones pero lo tengo que hacer en los Estados Unidos de ahora.

La razón por la cual estoy compartiendo esto con ustedes hoy es porque los veo como un amigo. Personas buenas que temen a Dios. No los veo como seres racistas. No los veo como a un alguien intolerante (bigot). Necesito que me oigan el alma. Necesito que ustedes se preocupen  por mí y mi familia. Necesito que me vean como se ven a ustedes mismos. Que me vean como ustedes ven a un hijo. Necesito que ustedes vean a mis hijos como si vieran a los suyos propios. Como ustedes ven a sus nietos. Necesito que se pregunten cómo se sentirían si ustedes estuvieran en mi situación. Cómo se sentirían si fueran uno de mis padres. Si ustedes fueran físicamente como yo. Necesito que les importe esta situación.

Que les importe tanto que sientan la necesidad de actuar. Que les importe tanto que mis hijos puedan crecer tan libres como los suyos. Tan libres de temor como los suyos. Que les importe que mi vida sea tan importante como la suya. Que también les importe la vida de mis hijos.

Mis hijos han visto las noticias sobre George Floyd. Ellos saben su nombre, Ellos quieren respuestas. Respuestas que soy incapaz de darles.  La situación está muy mal cuando su hijo de 6 años dice “Papá por qué mataron a otro hombre negro?” Cuando él ve las imágenes de un oficial de policía negándose a dejar ir a un hombre agonizando. Ustedes ya habrán visto también esas mismas imágenes.

Les pido que esta vez ustedes también hagan algo al respecto. Les pido que empiecen una conversación al respecto con la gente de su comunidad. Que se pongan en contacto con aquellos funcionarios públicos elegidos por votación y les expresen su indignación por el hecho de que esto esté pasando en los Estados Unidos de America. Que les pidan que hagan algo para que esto se acabe, Les pido que busquen y empiecen estas conversaciones con los miembros de la fuerza pública de su comunidad. Les pido que les digan que yo estoy disponible y deseando ir donde ellos y conversar con ellos y tal vez, simplemente tal vez , podríamos ayudarnos el uno al otro. Les pido que ustedes vean esta situación como una situación de humanidad y no política. Les pido que dejen de juzgar y busquen el entendimiento.

Se los pido porque a pesar del contenido de mi hoja de vida yo podría ser la próxima víctima.

El Trabajador Católico de Houston, Vol. XL, No 3., julio-septiembre 2-2-.