WASHINGTON- El sistema de detención de inmigración de los Estados Unidos, que trata a los inmigrantes vulnerables detenidos como criminales, necesita reformas extensivas, dijeron los representantes de la Conferencia Episcopal de E.E.U.U. (USCCB) y del Centro de Estudios de Migración, mientras publicaron un reporte y sus recomendaciones. Alentaron al Congreso y a la administración a construir un sistema que acepte procesos adecuados de protección, que honre la dignidad humana y que minimice el uso de las detenciones.
“Es momento para nuestra nación de reformar este sistema inhumano, el cual necesariamente detiene personas, especialmente poblaciones vulnerables, que no son una amenaza para nosotros y que deberían tener procesos adecuados y protecciones legales,” dijo el Obispo Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle y presidente del Comité de Migración de la USCCB. Tales grupos vulnerables incluyen gente que busca asilo, familias y niños, y víctimas de tráfico de personas.
El reporte “Desbloqueando la Dignidad Humana: Un plan para transformar el sistema de Detención de Inmigración de E.U.,” fue escrito y producido por el Centro de Estudios de Migración (CMS) (un instituto educativo con bases católicas que estudia la migración) y por los Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB.
“La presunción es detener a los inmigrantes como una herramienta administrativa, de cumplimiento y de intimidación, en lugar de hacer determinaciones de custodia individuales basadas en los lazos de familia y comunidad.” dijo el Obispo Elizondo. “Esto ha resultado en la detención de largo plazo de personas que buscan asilo, víctimas del tráfico de personas, sobrevivientes de tortura, y, ahora, madres jóvenes con niños. “Las estadísticas del Departamento de Migración (DHS) indican que aproximadamente 34,000 inmigrantes son detenidos diariamente y más de 400,000 cada año.
El Obispo Nicolás DiMarzio de Brooklyn, Nueva York, miembro del comité y presidente del Centro de Estudios de Migración, señaló la disponibilidad de alternativas a la detención, como modelos de manejo de casos basados en la comunidad, que han probado ser eficientes y exitosos en asegurar que los inmigrantes se presenten en sus procesos en la corte.
“Hay formas de crear un sistema humano y al mismo tiempo asegurar que los inmigrantes estén cumpliendo con la ley,” dijo el Obispo DiMarzio. “Pero hemos creado una industria de detención en este país que captura por vulnerabilidad a nuestros compañeros seres humanos, los cuales no son criminales en su mayoría.”
Donald Kerwin, director ejecutivo del Centro de Estudios de Migración, señaló la prevalencia de compañías con fines de lucro que veían la detención como una oportunidad de negocio, administrando centros de detención. “La política de detención que impacta directamente a los derechos humanos y la dignidad de las personas, no debería estar impulsada por una moti-vación de lucro. La detención desperdicia no sólo fondos del gobierno, sino el potencial humano de cientos de miles de personas cada año,” dijo Kerwin.
El Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXIV, No. 3, junio-agosto 2015.