Esperábamos una respuesta a nuestra carta de petición por otro año en la Casa Juan Diego.
Nuestros lectores votaron con un resonante “¡Sí!”
Ustedes respondieron positiva y generosamente, permitién-donos un buen inicio para el 2015.
El día de acción de gracias pasa casi inadvertido, no sólo en nuestra cultura adquisitiva, sino en la cultura no-adquisitiva de la Casa Juan Diego, donde no sobrevivimos a una crisis cuando ya viene otra tan devastadora que nos impidel dar gracias por haber resuelto la primera.
Nos permitimos a nosotros mismos ser tomados como rehenes por las crisis, actuando como si fuésemos los únicos en Houston capaces de resolver crisis. (Tal no es el caso.)
Tendemos a ser mendigos espirituales, siempre buscando oraciones para la guía del Espíritu, pero no nos quedamos para “agradecer,” uniéndonos a los nueve leprosos que se fueron sin dar las gracias, con suficientes ingratos como para formar un equipo de beísbol, que tiene nueve jugadores.
Resolución para el Año Nuevo
Nuestra resolución para el Año Nuevo está hecha a la medida para nosotros – empezar cada día dando gracias por la ayuda de ustedes y del Espíritu Santo. Debemos superar la tentación de sólo pedir, pues la oración tiene tres propósitos además de la petición. Nuestras distracciones son tan grandes que nos olvidamos de dar gracias a los pobres que vienen a nosotros para darnos la oportunidad de vivir el Evangelio.
Así que, primeramente: Muchas gracias al “buen Dios” (como oraba el Cura de Ars, San Juan Vianney) por la guía del Espíritu Santo. Muchas gracias a todos ustedes que nos ayudan a continuar año tras año, y por no cansarse de nosotros los mendigos.
A parroquias, congregaciones, comunidades religiosas, y a algunas personas muy especiales como ustedes les debemos gracias especiales por permitirnos ser generosos con los pobres de Casa Juan Diego – y por permitirnos servir a la gente el 25 de enero, el 25 de febrero, y el 25 de marzo también.
Como dice un viejo amigo, “Tu corazón está donde está tu dinero”, o como decía Peter Maurin. “Sólo te llevas contigo lo que has dado” o como dice el dicho, “Lo que no se da, se pierde.
¡Deo Gratias!
Agradecidos,
Marcos y Luisa y todos los de la Casa Juan Diego.
El Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXIV, No.1 , enero-febrero 2015.