Dorothy Day dijo, “Han habido muchos pecados cometidos contra los pobres que claman al cielo por venganza. Uno de los pecados capitales es el de privar al trabajador de lo que le corresponde. Hay otro, que es el de infundirles deseos mezquinos de satisfacer aquello por lo cual tienen que vender su libertad y su honor… los periódicos, la radio, la televisión, y los batallones de agentes de publicidad quienes estimulan estos deseos a propósito…”
Papa Francisco recientemente dramaticamente criticó la publicidad que induce al consumo innecesario, ilustrando sus palabras con la parabola del buen samaritano, comparando publicidad mani-pulativa con los ladrones que golpearon al hombre y lo abandonaron al borde del camino.
“Cuando la comunicación tiene como objetivo prepon-derante inducir al consumo o a la manipulación de las personas, nos encontramos ante una agresión violenta como la que sufrió el hombre apaleado por los bandidos y abandonado al borde del camino, como leemos en la parábola. El levita y el sacerdote no ven en él a su prójimo, sino a un extraño de quien es mejor alejarse. En aquel tiempo, lo que les condicionaba eran las leyes de la purificación ritual. Hoy corremos el riesgo de que algunos medios nos condicionen hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real”. Del Mensaje de Papa Francisco para Jornada Mundial de Comunicaciones Sociales.
El Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXV, No. 1, enero-febrero 2014.