La nueva encíclica del Papa Benedicto XVI, Caritas in Veritate (La caridad en la verdad), un documento en la tradición papal de lo que el Santo Padre llama el “Magisterio Social,” sor-prendió al mundo económico.
Lectores de la izquierda y de la derecha esperaban lo que iba a decir sobre el capitalismo o el socialismo. Lo que encontraron es un desafío a católicos y a otras personas de buena voluntad de un “nuevo orden económico-productivo, socialmente responsable y a medida del hombre que requiere ” cambios profundos en el modo de entender la empresa .”
El habló de la redistribución de la riqueza, (advirtiendo que no se haga esto en una manera que puede incrementar la pobreza y la desigualdad), de graves imbalances producido cuando la acción económica se entiende solamente como únicamente producir riqueza.El habló de “gratuidad,” del bien común, de “solidaridad y reciprocidad dentro de la actividad económica y no solamente fuera o «después» de ella.”
El dijo que “el mercado no es ni debe convertirse en el ámbito donde el más fuerte avasalle al más débil” e insistió que las comunidades locales deben participar en las decisiones que afectan el uso de tierras agrícolas.
Este entendimiento “nuevo” de negocio, dijo el Santo Padre, viene del Evangelio, y los Padres de la Iglesia hasta las enciclícas de los Papas modernos.
Puede ser difícil para el comerciante que está acostum-brado a negocio como usual, donde la ganancia es rey, para adoptar el plan del Papa, pero Benedicto XVI insiste que nuestra vocación como personas es trascendente, aun en un nivel práctico.
Según la encíclica tenemos que esperar que vivan según el Evangelio el comerciante y también las personas que tienen la responsabilidad de encuadrar al mercado en un sólido contexto jurídico.
“Sin la perspectiva de una vida eterna,” dijo, “el progreso humano en este mundo se queda sin aliento. Encerrado dentro de la historia, queda expuesto al riesgo de reducirse sólo al incremento del tener.”
Todos los interesados, no solamente los inversores
Uno de los nuevos propósitos en Caritas in Veritate sería un gran cambio para negocios en Wall Street. Empresas tienen una responsabilidad, dice el Papa, a todos los interesados que contribuyen a la vida del negocio, no solo a los que compren acciones, responsa-bilidad a los interesados como los trabajadores, los proveedores, los consumidores, así como al medio ambiente y a la sociedad más amplia que lo rodea:
“La gestión de la empresa no puede tener en cuenta únicamente el interés de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa :”
La práctica de basar todas las decisiones exclusivamente a las expectativas de los inversores en detrimento de su dimensión social ha herido a varios interesados en muchas clases de negocios e industrias. Aseguranza en el area de cuidado de la salud y la industria farmaceutica han sido ejemplos escandalosos de esta práctica en las últimos decadas, igual como las que destruyen el ambiente mientras buscan ganancias.
Aquí en el Trabajador Católico, hablando con inmigrantes e refugiados que lleguen a nuestras puertas, hemos pensado mucho de las prácticas de la maquiladoras, donde las compañías han ignorado la mayoría de los interesados donde se hace el trabajo, con efectos negativos no solo en los trabajadores, sino en la comunidad local.
Según sus escritas sobre ética como aplicado a agricultura y subsidiariadad, y las técnicas de producción agrícola, Benedicto XVI no aceptaría las prácticas de compañías como Monsanto, que no solo venden químicas destructivas, sino convencen a personas por todas partes a usar sus semillas para producir cosechas que no tienen semillas para el siguiente año, haciendo a todos dependientes en comprar semillas de Monsanto año tras año.
No de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona
El concepto del Papa de responsabilid a todos los interesados no es lo que enseñan en clases de economía y negocios y ética en la universidad. Es una ética especial:
“La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento ; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona.” El Papa sabe que muchos hablan de la ética en negocios, pero que la palabra ha perdido su sentido o puede quiere decir cualquier cosa hoy en día: “Hoy se habla mucho de ética en el campo económico, bancario y empresarial. Surgen centros de estudio y programas formativos de business ethics ; se difunde en el mundo desarrollado el sistema de certificaciones éticas, siguiendo la línea del movimiento de ideas nacido en torno a la responsabilidad social de la empresa. Los bancos proponen cuentas y fondos de inversión llamados «éticos».
“Conviene, sin embargo, elaborar un criterio de discernimiento válido, pues se nota un cierto abuso del adjetivo «ético» que, usado de manera genérica, puede abarcar también contenidos completamente distintos, hasta el punto de hacer pasar por éticas decisiones y opciones contrarias a la justicia y al verdadero bien del hombre.”
En nuestras culturas a veces tenemos el concepto que los que han trabajado bien en un negocio tienen derecho a lo que han ganado o a sus ganancias grandes de sus acciones en el mercado. La idea de compartir con los demas intersados es nueva para empresas de hoy.
El Papa enesña que mucho depende de dos pilares del sistema moral de referencia: “Sobre este aspecto, la doctrina social de la Iglesia ofrece una aportación especí-fica, que se funda en la creación del hombre «a imagen de Dios» ( Gn 1,27), algo que comporta la inviolable dignidad de la persona humana, así como el valor trascendente de las normas morales naturales.” El aplica estos principios a prácticas comerciales:
“Una ética económica que prescinda de estos dos pilares correría el peligro de perder inevitablemente su propio significado y prestarse así a ser instrumentalizada; más con-cretamente, correría el riesgo de amoldarse a los sistemas económico-financieros exis-tentes, en vez de corregir sus disfunciones.”
Etica consistente de la vida
El Santo Padre ve el enlace entre la economía, la justicia social y la responsabilidad para el medio ambiente con preocupación para la vida entera.
El habla de una procreación responsable que puede hacer una contribución positiva al desarrollo humano integral, distinto de programas de “planificación de la familia” dirigidos por el Estado y anota las dificultades de los países donde hay tanta dismunición de los nacimientos.
Aunque Benedicto no menciona el programa de Planificación Natural de la Familia en su encíclica, este programa es una respuesta natual a la idea de procreación responsible.
Benedicto pide que cambiemos el estilo de nuestras vidas
Desde que empezara la crisis económica de 2008-2009 varias personas han reflexionado sobre la idea de parar el uso de tarjetas de crédito para comprar y comprar. Benedicto XVI, repitiendo lo que dijo Juan Pablo II, nos pidió que cambiara hasta nuestros estilos de vida: “Es necesario un cambio efectivo de mentalidad que nos lleve a adoptar nuevos estilos de vida , «a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un crecimiento común sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones».
Esta nueva encíclica se vende en librerías y está disponible en la página del web del Vaticano. La recomendamos como fuente rica de información y meditación.
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXIX, No. 2, septiembre-octubre 2009.