El 8 de octubre de 2008 la Agencia Catholic News reportó que el Arzobispo de San Antonio en Tejas, Mons. José Gómez solicitó a las autoridades de este país una moratoria en las deportaciones, en las redadas del gobierno federal hasta después de las elecciones; y renovó asimismo el pedido de una reforma inmigratoria justa e integral .
El Arzobispo declaró que la inmigración es la “prueba más grande de los derechos civiles de nuestra generación”. El prelado dijo que la disputa sobre la inmigración es mala por las almas de Americanos: “Hay demasiado enojo. Demasiado resentimiento. Demasiado miedo. Demasiado odio. No es bueno para la gente estar muerte de miedo y odio. Nos es bueno para sus almas ni para el país.”
Mons. Gomez hizo referencia a los cientos de leyes anti-inmigrante aprobaron durante los últimos dos años en diferentes estados. Mons. Gómez cuestionó la efectividad de estas normas: “La ley no debe usarse para asustar a la gente , para invadir sus trabajos u hogares, para romper familias” y comentó que en vez de solucionar los problemas, lo que están hacienda es “crear problemas nuevos”.
El Arzobispo dijo que “Algunas de estas leyes son tan vengativas, obviamente inten-tando a herir e intimidar, que me preocupo que el efecto disminuirá respeto para todo el sistema de derecho.”
En su discurso de 35 minutos en una reciente manifestación en el Missouri State Capitol, el Prelado sugirió que a los inmigrantes ilegales debería sentenciárselos a ” largos perí-odos de servicio comunitario “, en vez de deportarlos.” ¿Qué cosa más problemática para mí como pastor es que estas deportaciones estén rompiendo familias. Dejar esposas sin esposos, niños sin padres. Como todos sabemos, una política que rompe familias solo puede llevar a más sufrimientos y problemas sociales”, añadió.
“Tenemos que insistir en que quienes vienen a nuestro país respeten nuestras leyes. Si están aquí ilegalmente, no pueden esperar escapar al castigo. Pero la deportación no está en proporción al al crimen.
“Creo que el servicio comunitario a largo plazo sería una manera más justa y constructiva solución en vez de la deportación. Esto construiría comunidades en vez de romperlas. Y serviría mejor para integrar más fácilmente a los inmigrantes a la fábrica social y moral de Estados Unidos”, añadió el Prelado.
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXVIII, No. 6, noviembre-diciembre 2008.