Queridos Amigos de Casa Juan Diego:
Muchas gracias por permitir a Casa Juan Diego permanecer abierta un año más. Estamos muy agradecidos.
Seguimos escuchando que puedes reconocer a un buen católico por la manera en que ama a los pobres (o a un buen presbiteriano o a un buen judío).
Los “buenos” nos hacen seguir adelante.
Pero parece ser que puedes reconocer también a una buena persona por la manera en que ama a Casa Juan Diego.
La gente sigue llegando – los recién llegados, los enfermos, los muchos hambrientos de Houston viviendo marginados, los desnudos, los que tienen frío – Casa Juan Diego es la Estación Central.
Casa Juan Diego está íntimamente ligada al significado de la Navidad.
Toda la propaganda para hacer compras para la Navidad (desde el 4 de julio) simplemente no puede ahogar la Buena Nueva de esta Noche de Paz: ¡Jesús nació en un establo en Belén con los pobres! Es abrumador aun para los más racionales y duros corazones.
Madeleine L’Engle lo dijo muy bien: “Esta es la temporada irracional cuando el Amor florece luminoso y alborotado. Si Maria hubiera estado llena de razón no hubiera habido lugar para el niño.”
Nosotros estamos todavía en el establo aquí en Casa Juan Diego donde diariamente esperamos a Jesús en la persona de los pobres (Recuerden a Mateo 25:31 y siguiente: “Lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”) y diariamente Jesús viene.
Viene a nosotros en los muchos inmigrantes y refugiados, en las mujeres embarazadas que nadie quiere, en los que están llenos de moretones o amenazados de muerte o con sus cabezas cubierta de puntadas, y muchos que viajan, buscando evitar morir de hambre para ellos mismos y especialmente para sus hijos.
Muchos vienen a buscar una cama. Proporcionar hospitalidad continúa siendo nuestro trabajo más duro. Tantas cosas pueden pasar cuando las personas están con uno día y noche. Alguno está siempre enfermo.
Durante un año miles de personas de Houston vienen por comida y medicinas en nuestras clínicas.
Con todo esto entendemos más a Peter Maurin, cofundador del Trabajador Católico: “La hospitalidad es la llave mística al amor real de la humanidad”.
¿Quién necesita la Navidad? Los pobres de Casa Juan Diego necesitan la Navidad.
Escribimos para pedir su autorización y su generosidad para continuar un año más. Como siempre, nadie recibe un sueldo en Casa Juan Diego. Todo el dinero recibido se va al servicio de los pobres. Necesitamos de sus oraciones y de su ayuda para seguir.
Agradecidos en Cristo,
Marcos y Luisa Zwick y todos en Casa Juan Diego.
El Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXIV, No. 5, noviembre-diciembre 2015.