Para más y más refugiados cubanos nuevos, el peligroso viaje hacia los Estados Unidos ha llegado oficialmente a su final en Caridades Católicas en la Arquidiócesis de Galveston-Houston. Durante los últimos 10 meses, la oficina de la agencia en el centro de la ciudad se ha desbordado con montones de inmigrantes desaliñados, muchos casi habiendo terminado el viaje de 2,400 millas desde Ecuador por cualquier medio disponible, incluyendo tren, caballo, o hasta canoa.
Esperan un espacio prometido dentro de la sociedad estadounidense extendido por el gobierno federal en la forma de renta temporal y asistencia económica, y otros beneficios y servicios legales ofrecidos a los refugiados.
Peter Stranges, supervisor del programa de reasenta-miento para refugiados de Caridades Católicas en Houston, dijo que la ola de inmigrantes cubanos no tiene precedente en dicha agencia, representando un incremento del 100 por ciento desde mayo. En un principio, tomó a todo su personal completamente por sorpresa.
“Típicamente, veíamos de dos a cuatro casos a la semana, pero desde mayo hemos estado viendo docenas y hemos tenido semanas en donde hemos tenido más de 60 refugiados en una semana, “dijo Stranges. “Ha sido un verdadero reto para nuestro personal el manejar esta oleada de gente. “
Normalmente referidos por Caridades Católicas, docenas han tocado el timbre de Casa Juan Diego pidiendo refugio después de haber dormido en los pisos de la terminal de autobuses o en la calle, a veces con bebés y niños pequeños en sus brazos.
“Los cubanos vienen sin avisar. Ellos sólo se presentan en nuestra oficina después de haber cruzado la frontera normalmente sólo con la ropa que traen puesta y su documento de inmi-gración, y sin un amigo o pariente con un sofá para darles asilo, “dijo Stranges.
Para estos inmigrantes que enfrentan una crisis de necesidades básicas, Casa Juan Diego juega un gran papel para prevenir que se conviertan en indigentes y en darles una mano durante su transición, dijo él.
Stranges especuló que Houston se ha convertido en un destino para los refugiados cubanos haciendo el re-corrido por tierra a “la Yuma” – el nombre que le dan los cubanos a los Estados Unidos – básicamente de boca en boca.
Normalmente viajando en familia o en grupos pequeños, los refugiados se familiarizan con los refugios para inmigrantes en Centroamérica y, durante internamientos de varias semanas en los centros de detención mexicanos. Oimos que la Iglesia “en Houston es la más rápida en inscribir a los refugiados en programas de servicio social”, dijeron los cubanos en Casa Juan Diego. Es ahí donde muchos también dicen, escuchan sobre Casa Juan Diego.
Un gran incentivo también es el estatus internacional de Houston como un lugar resistente a la recesión, con un razonable costo de vida y un gran mercado laboral. Muchos refugiados dijeron que ésa era una de las principales razones por las que ya no están interesados en establecerse en Miami, a pesar de las ataduras culturales y familiares.
Aunque los cubanos están llegando a E.U. A. a través de la frontera de México, la plataforma para la inmi-gración hacia E.U. ahora se origina en gran parte en Ecuador. La parte sur de la Florida se encuentra a tan solo 90 millas al norte de la costa cubana, pero el camino es peligroso y los números de intercepciones son altos. Ahora, más del 90 por ciento de los cubanos entrando a E.U. lo hacen por tierra.
Y Ecuador es el camino más fácil. En 2008, el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa revocó los requerimientos para obtener una visa para varios países, incluyendo Cuba, lo cual llevó a miles a dejar la deteriorada economía de la isla y su gobierno represivo.
La razón detrás del más reciente éxodo de cubanos de Ecuador es más complejo. Los refugiados cubanos en Casa Juan Diego han mencionado un trato xenofóbico hostil por parte de los ciudadanos ecuatorianos, la falta de oportunidades, y los cambios en las leyes cubanas de aduana restrin-giendo la cantidad de bienes que los cubanos pueden traer de Ecuador para vender en mercado informal. También dicen que el gobierno ecuatoriano ha tomado medidas más fuertes contra los matrimonios falsos con ecuatorianos, los cuales se habían convertido en una industria local en Quito, y eran usados por los cubanos para obtener la ciudadanía ecuatoriana.
El principio conductor, sin embargo, son los cambios a la ley cubana anunciados en octubre pasado que extendió de 11 meses a 2 años el tiempo en que un cubando podía residir fuera del país comunista antes de ser despojado de sus beneficios como ciudadano – propiedad, servicios de salud, educación, etc. El perder los beneficios impide la deportación a la isla.
Muchos cubanos en Ecuador que han perdido sus derechos y han alargado su estancia con visas de turistas, viven en un limbo migratorio. No pueden regresar a su país pero tampoco hay un camino para obtener la ciudadanía ecuatoriana. Ésta es otra de las razones por la cual inmigran a E.U.
Mientras la nueva ley también eliminó el requeri-miento para visas de salidas para los cubanos que deseaban viajar, la extensión del lapso para perder los derechos de la ciudadanía complicó los planes de los inmigrantes que tenían la esperanza de evitar la deportación, particularmente en México.
Las estadísticas del gobierno mexicano muestran un incremento del 400 por ciento en las detenciones de cubanos en la frontera de México con Guatemala el año pasado, comparado con el año anterior de acuerdo con los reportes en las noticias.
La “Ley de 14” así llamada porque tomó efecto el 14 de enero, hizo que muchos nuevos inmigrantes cubanos dejaran Ecuador inmediata-mente para ir a E.U. para evitar tener que esperar otro año en Ecuador.
Celia Martí, huésped de Casa Juan Diego, dijo que los cubanos han anticipado los cambios en las leyes para viajar y de ciudadanía mucho tiempo antes de que éstos fueran anunciados oficialmente, poniendo en marcha el éxodo del verano adelantado.
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXIV, marzo-abril 2013.