Srta. Lourdes Ferrer,
El Gremio por Dorothy Day
Arquidiócesis de Nueva York
1011 First Avenue, 12th Floor
New York, New York 10022
Estimada Srta Ferrer,
En diciembre del 2009, invoqué la ayuda de Dorothy Day, pidiéndole que curara a mi amiga, Sarah Maple, de un tumor cerebral que sus doctores le habían dicho terminaría con su vida en dos años. No pensé en contactarla a usted o al Gremio en aquel momento, pero le escribí una carta a Marcos y Luisa Zwick, los fundadores de la Casa Juan Diego, la Casa de Hospitalidad del Trabajador Católico en Houston. Conozco a los Zwicks desde el año 2003 cuando trabajé como profesor en la Universidad de Houston. En esa carta le conté a Marcos y a Luisa que había invocado la intercesión de Dorothy Day en nombre de Sarah Maple.
Marcos y Luisa publicaron mi carta en el Trabajador Católico de Houston , el cual editan y producen en Houston. Estoy incluyendo una copia del número de El Trabajador Católicoen el cual aparece mi carta acerca de Sarah Maple.
Le estoy escribiendo para decirle que Sarah Maple ha recibido una cura milagrosa de su tumor cerebral. Había recibido imágenes de resonancia magnéticas muy buenas hasta el otoño del 2010, pero en diciembre fue a una visita de rutina a la Clínica Mayo en Minnesota y los doctores le dijeron que su tumor había desaparecido.
Uno de los miembros del equipo médico de Sarah, que es católica, le dijo a Sarah que ella nunca había visto algo así y que ella creía que su extraordinaria recuperación era un milagro. Yo también creo que la desaparición del tumor cerebral de Sarah es un milagro gracias a la intercesión de Dorothy Day, a la cual le pedí ayuda justamente antes de escribirle a los Zwicks en diciembre del 2009.
He hablado con Sarah Maple y con su esposo Jim y compartí con ellos mi carta a Marcos y Luisa Zwick. Sarah está dispuesta a cooperar con las personas que buscan la canonización de Dorothy Day, es decir, con su grupo.
Sarah Maple no es católica, pero ella definitivamente cree que su recuperación es un regalo de Dios y que es milagroso.
Si hay cualquier cosa que yo pueda hacer para empujar la canonización de Dorothy Day hacia adelante, por favor háganmelo saber. Yo me recuerdo vívidamente que cuando busqué la intercesión de Dorothy Day, sentí que mi clamor había sido escuchado. He tratado de recordarme de pedirle a diario para que interceda en nombre de Sarah (estoy seguro que se me olvidó hacerlo algunos días), y también expresé mi esperanza y oración que Dorothy Day sería canonizada para la consolación e inspiración de católicos americanos que tienen dificultad en guardar su fe en este mundo post-moderno—el mundo que nuestro Papa llamó “cultura de la muerte.”
Richard Fossey
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXI, No. 2, marzo-mayo 2011