La espiritualidad de Belén se apodera de la Casa Juan Diego en el mes de diciembre cuando la gente llega a dar ayuda de diferentes maneras. Estas personas quieren dar en vez de recibir.
Ricos y pobres, viejos y jóvenes pasan por aquí con cosas nuevas y viejas para realizar la espiritualidad de Belén.
El nacimiento de Jesús en el pesebre inspira a las personas a dar. Algunos dan ropa y toneladas de ropa nos llegan. Es como si donar ropa fuese una parte esencial de la celebración de Adviento o de la Navidad.
Algunos traen comida y toneladas de comida nos llegan. La gente está muy conciente de darle de comer a aquellos que tienen hambre y de tal manera responden dándole comida a nuestros pobres. La preocupación por aquellos que pasan hambre es una manifestación de la espiritualidad de Belén.
Mucha gente trae bastantes artículos prácticos de comida. Otros traen bolsas de 50 libras de frijoles o arroz, la dieta básica de los pobres. La gente celebra la espiritualidad de Belén trayendo juguetes y traen bastantes. Y ellos continúan la espiritualidad de Belén días después de Navidad.
Algunas parroquias han promovido la donación de otros artículos prácticos como calentadores, abrigos, cobijas, y botas de trabajo.
Uno de los regalos más grandes para los pobres ha llegado en sobres del Servicio Postal que fueron mandados por aquellas personas que también querían practicar la espiritualidad de Belén. No podríamos existir sin tal apoyo financiero.
Es esa generosidad de nuestros lectores que hace posible alimentar a los pobres, cubrir al desnudo, darle refugio a muchos, y proveer para aquellos que están enfermos y heridos y no reúnen los requisitos necesarios para recibir beneficios y no tienen a otras personas que puedan asistirles.No hay manera posible de dar suficientes gracias por la gran generosidad que nuestros lectores han demostrado a nuestro pedido de Navidad.
No solo son muchas personas pobres servidas, pero tambien brinda gran aliento. La aprobación de nuestros lectores nos da aliento para continuar nuestras obras de misericordia. Su generosidad no solo cambia la situación para aquellos que están necesitados, pero también cambia nuestra situación.
Nosotros tuvimos una muy buena celebración de Navidad. Seguimos nuestra costumbre de celebrar Misa la noche antes de la Navidad y luego una pequeña celebración y regalos para todos. El único problema pasó justamente antes de Misa cuando agua cayó del techo debido a desagües que estaban estancados durante la lluvia. Sin embargo, la lluvia disminuyó y después de que los botes de basura se llenaron con agua y las escobas limpiaron la mayoría del agua, ¡La liturgia siguió!
Darle a los pobres es esencial a ser discípulo de Jesús. Pero si vamos a ser leales a los pobres, no solo debemos darle lo que necesitan, pero tambien preguntar por qué son pobres y tratar de rectificar la situación.
Recen por nosotros. Muchas gracias.
Marcos y Luisa y todos en la Casa Juan Diego
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXXI, No. 1, enero-febrero 2011.