Recientemente se han hecho acusaciones de que la Ciudad de Houston es una ciudad santuario que alberga y ayuda a los inmigrantes en veszde correrlos y deportarlos. Houston es un santuario, dicen los enojados que quieren deterner a todo inmigrante, un lugar santo para los inmigrantes que buscan empleo y una nueva vida, un lugar de protección. ¡Tiene que cambiar!
Si Houston es una ciudad santuario, se nos ha escapado. Este es un chiste cruel.
Si Houston es una ciudad santuario, ¿donde está la luz? ¿Si es un santuario donde está el Santísimo Sacramento en frente de la ciudad?
Nosotros no vemos la luz. Vemos la oscuridad. Vemos a la gente perseguida y detenida. Vemos a la gente que no se les paga un salario justo o un salario de vida, y gente que no se les paga en absoluto. Vemos a trabajadores que han caído de los andamios, con espaldas quebradas, y que no pueden mover ni un dedo de la mano o del pie, y una sociedad que no les provee de nada. Vemos a mujeres forzadas a trabajar bajo condiciones de prostitución en cantinas. Vemos a familias separadas y sin ningúna posibilidad de poder hacer algo para volverse a reunir.
Los agentes de inmigración entran en los departamentos sin permisos de búsqueda y lleva a la gente. Los abogados que visitan a los centros de detención y las familias de los deportados nos han contado que cuando estos agentes van a un departamento para buscar a una persona que tiene un orden de deportación, ellos no paran ahí, sino, como los inmigrantes cuentan, estos agentes han forzado su entrada en varios departamentos alrederedores sin permiso para buscar y arrestar a los vecinos. La gente vive aterrorizada.
Si Houston es una ciudad santuario, ¿por qué hay 1,000 prisioneros cada día en el centro de detenciones aquí, con muchos más siendo esparcidos a cárceles en ciudades y condados cercanos? ¿Por qué es tan difícil para la gente localizar a sus parientes que han sido detenidos?
La necesidad de seguridad en la frontera no da permiso para ser cruel con las personas que están trabajando en nuestra economía.
El Cardenal DiNardo, Arzobispo de Galveston Houston, fue citado recientemente en el San Antonio Express , diciendo que él y los Obispos Católicos de Texas han estado respaldando por tres décadas la reforma comprensiva de inmigración haciendo énfasis en la reunificación familiar. “Ciertamente queremos proteger nuestras fronteras,” dijo él. “Al mismo tiempo medidas punitivas solamente, van a ser finalmente inefectivas, y yo pienso que son contra-productivas. La mayoría de los inmigrantes que vienen acá realmente quieren trabajar y ser parte de nuestro país.”
Deshaciendo familias que han estado aquí por años y están integradas en nuestros vecindarios, negocios, escuelas, e iglesias difícilmente se puede llamar un programa comprensivo de inmigración.
En la actualidad lo único que es comprensivo es la xenofobia, el racismo que impulsa a la gente a olvidar sus raíces en la inmigración de cada uno de ellos. La existencia de problemas en nuestras fronteras no da permiso a que un estado policial se desparrame por todo el hemisferio occidental.
Tres jóvenes vinieron recientemente a la Casa Juan Diego para ayuda cuando deportaron a sus padres. El mayor tenia 17 años, el mediano 14, y su hermana 10 años. Sus padres estaban simplemente caminando en la calle en el centro de Houston cuando fueron prendidos por los agentes federales.
El sacerdote a cargo de la Casa Juan Diego en Matamoros recientemente nos dijo que cientos y cientos de personas están siendo deportados a México desde Houston. Ellos llegan en pantalones cortos y zapatos de tenis, como estaban vestidos cuando fueron agarrados precipitadamente en la calle.
No es solamente en Houston, por supuesto. Lugares de trabajo en ciudades a través de todo el país han sido invadidos en meses recientes por agentes federales de ICE, la Agencia de la “Immigration Customs and Enforcement,” ahora parte de “Homeland Security (Seguridad para la Patria).” Los padres son rápidamente deportados sin ningún interés de lo que les pueda pasar a los hijos. Las familias son desarraigadas y los niños terminan en las manos del gobierno, tal vez para nunca mas volver a ver a sus padres.
La última trama que socava a los inmigrantes es acusarlos de robo de identidad, cuando están simplemente utilizando una tarjeta falsificada del Seguro Social que no toma nada de nadie y que solo añade los créditos de trabajo a la cuenta de la persona que es la dueña del número, los que son deducidos del trabajo del inmigrante.
Los medios de comunicación conlleva una terrible responsabilidad por participar en sembrar el odio contra los inmigrantes, empezando por destacar a los “Minute Men” (cazadores de inmigrantes) en la frontera como las más grandes noticias cuando solo habia cuatro o cinco personas involucradas. Parece que políticas editoriales inflama-torias en los periódicos y en la televisión que tienen un efecto tan drástico en las vidas de la gente son a menudo implantadas simplemente para hacer encabezados escandalosos, para tener más lectores o más personas viendo sus programas en televisión y así atraer y promover los anuncios para ganar más publicidad.
La grandísima mayoría de los inmigrantes no son criminales. Ellos realizan trabajo importante en todos los aspectos de la economía de nuestra nación y la vida personal de todos nuestros ciudadanos.
” El Modesto Bee ” recientemente publicó sugerencias de los Obispos Católicos de California para la reestructuración de la política de inmigración.
– Visas temporales fácilmente disponibles para aquellos que quieran trabajar.
– Mejorar la seguridad de la frontera y realizar el entrenamiento hu-tario para los guardias de la frontera
– Reglas justas y tiempos razonables y equitativos para procesar solicitudes de aquellos que quieren ser residentes permanentes
– Reglas compasivas y tiempos prácticos para le reunificación de las familias de residentes legales extranjeros y ciudadanos naturali-zados
– Requerimientos razo-nables para que los residentes legales puedan hacerse ciudadanos.
– Reconocimiento del impacto que la globalización y el libre comercio tienen en los patrones de migración.
Vea tambien la pagina de “Justicia para los inmigrantes” de los Obispos de los EUA: www.justiceforimmigrants.org.
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXVIII, No. 2, marzo-abril 2008.