Conflictivos y celebrados, estos son los términos contrastantes que se han utilizado para describir a una mujer extraordinaria: Dorothy Day. Al embarcarnos en este arduo proceso de la canonización, debemos parar y reflexionar en quien era Dorothy y porque creemos que ella sería un buen candidato para la santificación.
Aquellos de nosotros que conocemos la vida y el trabajo de Dorothy somos testigos de su fortaleza de carácter, de su amor profundamente arraigado de los Evangelios, y su devoción a los pobres. Esto no quiere decir que su peregrinación fue fácil o que las opciones que ella tomó, especialmente antes de su conversión, fueron hechas sin reproche. Lo que si podemos atestiguar es que su amor por el Evangelio y por los pobres la guió a una vida ejemplar de virtudes cristianas.
Como católicos se nos dan guías, tales como los diez mandamientos, y las obras corporales y espirituales de misericordia, para ayudarnos en nuestra peregrinación. Sin embargo, tropezamos y caemos, pero a menudo apoyándonos en cosas fuera de nuestra fe, en un intento de recuperar nuestro equilibrio. Dorothy tambien tropezó y cayó, pero cada vez escogió asirse a su fe católica, cada caída la traía cada vez mas hacia Jesús y a su profundo entendimiento del mensaje evangélico.
Hay aquellos que arguyen que Dorothy misma no quería ser una santa, citando sus famosas palabras: “No me llamen santa. Yo no quiero ser desechada tan fácilmente.” Pero ¿que santo abogaría por su propia canonización?
La propia devoción de Dorothy a los santos fue prominente en su vida. Ella estudió sus vidas y fue inspirada por sus trabajos y espiritualidad. La canonización de Dorothy asegurara que su vida y trabajos serán recordados y actuaran como inspiración por las incontables gracias por venir.
Mientras tropezamos en nuestra peregrinicación de fe, ¿acaso no seria una bendición tener una compañía como la de Dorothy Day para inspirarnos en el camino?
Reimpreso del Newsletter of the Guild for Dorothy Day
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Trabajador Católico de Houston, Vol. XXVII, No. 6, septiembre-octubre 2007.