La manera en que solucionen los EUA los asuntos de inmigración tendrá un tremendo impacto en un número de industrias a través de la nación.
Empleo de trabajadores indocumentados ya no está limitado a los estados del suroeste y a aquellos que tradicionalmente viajan por unos pocos meses cada año para trabajar las cosechas en algunas pocas áreas. Los trabajadores inmigrantes están entrelazados en la economía en la mayoría de los estados de la unión. Un ejemplo de Vermont ilustra lo que pasará si aquellos que quieren deportar a todos los trabajadores inmigrantes ganan. ¿Qué pasará, por ejemplo, a la industria lechera?
“Reportes noticieros recientes han revelado que más de la mitad de la leche producida en Vermont viene de granjas con trabajadores mexicanos. Y estimados sugieren que tres cuartas partes de los 2,000 trabajadores inmigrantes en las granjas lecheras de Vermont están aquí ilegalmente.”
“La mayor parte de Nueva Inglaterra obtiene su leche de las granjas de Vermont, lo que significa que los consumidores en los restaurantes elegantes de la calle Newbury o los hogares en los alrededores de clase media de Boston están gozando la leche, el queso, y el helado que llegan ahí con la ayuda de los inmigrantes ilegales” ( Rutland Herald, Rutland Vermont).
Implantar la propuesta de Ley 4437 de la Casa de Representantes o solo escoger versiones del Senado de la propuesta que enfatizan la – encarcelación y deportación de todos los trabajadores indocumentados removería, literalmente, la leche de las bocas de los niños.
“Los políticos de los EUA necesitan comprender que la inmigración no es meramente algo que está pasando en los EUA. Es algo que nuestro país está alimentando a través de sus políticas económicas. Una reciente columna por Harold Meyerson del Washington Postindica como Los Tratados de Libre Comercio, desde 1994, han tenido un efecto devastador en la agricultura Mexicana.” NAFTA permitió el intercambio de mercado entre los granjeros de los EUA y los mexicanos. Sin embargo, Los mexicanos no pudieron competir con los altos subvenciones para los granjeros de los EUA. Los granjeros de maíz de México no solo perdieron su cosecha que ellos no pudieron vender, sino que perdieron sus granjas. NAFTA los destruyó. NAFTA fue el 9/11 para los granjeros mexicanos. El resultado ha sido una estampida en inmigración de indocumentados hacia los EUA.
“En 1925 había un estimado de 2.5 millones de inmigrantes ilegales en los EUA. Desde entonces el número ha crecido a 8 millones (algunos dicen 12 millones). Por generaciones, los mexicanos han practicado agricultura de subsistencia que sostenía a la agricultura en el campo. Pero después de NAFTA la agricultura mexicana no puede competir con el agrinegocio grande de agricultura de los EUA, y desde 1993 hasta el 2000, 2 millones de trabajadores agrícolas (familias) de mexicanos fueron sacados de sus tierras. La migración que siguió puede ser comparada a la época migración hacia el norte del sur de Norte América en la primera mitad del siglo 20.
“Los EUA no puede esperar cosechar solo las recompensas del libre comercio y la globalización. Si los EUA está deseoso que su agricultura saca beneficios arruinando la agricultura mexicana, debemos estar listos a encarar las consecuencias. El empobre-cimiento de México debe servir no como excusa para la creación de una nueva servidumbre de inmigrantes ilegales viviendo en las sombras de los EUA. Ser un buen vecino significa proveer oportunidades para aquellos que han sido empujados al Norte por nuestras políticas.
“Y no solo es la agricultura mexicana la que ha sufrido. Otras industrias han sido golpeadas por la competencia norteamericana, y un resultado es que la pobreza oficial de México subió de 45.6% a 50.3% entre 1994 y el 2000. No es sorprendente que muchas naciones Latinoamericanas se estén rebelando en contra de los efectos de la globalización.”
La migraciones de vastos números de gente alrededor del mundo están relacionadas a la economía del mercado global llamado neoliberalismo. El neoliberalismo endosa la idea de la mano invisible del mercado, pero también ayudada por el gobierno hacia las grandes corporaciones. En el neoliberalismo el trabajador tiene la última consideración, excepto por la competencia para pagarle al trabajador lo menos posible. La ganancia es la número uno.
Tratados de libre comercio como NAFTA y las políticas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial que requieren cambios en las economías de los países pobres relacionadas a la deuda internacional están basadas en el neoliberalismo (conocido en los EUA como neoconserva-dorismo). Los que abogan por el neoliberalismo pretenden que solo ellos tienen la economía digna del nombre, a pesar de sus obvias fallas para la mayor parte del mundo y aun de los EUA.
El Papa Juan Pablo II condenó al neoliberalismo en su Exhortación Apostólica, Ecclesia in America :
“Cada vez más, en muchos países americanos impera un sistema conocido como ‘neoliberalismo’; sistema que haciendo referencia a una concepción economicista del hombre, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad y del respeto de las personas y los pueblos. Dicho sistema se ha convertido, a veces, en una justificación ideológica de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político, que causan la marginación de los más débiles. De hecho, los pobres son cada vez más numerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras frecuentemente injusta”..
Juan Pablo II insistió que la Doctrina Social Católica haga al trabajador la prioridad:
“El trabajo humano es una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social, si tratamos de verla verdadera-mente desde el punto de vista del bien del hombre. Y si la solución, o mejor, la solución gradual de la cuestión social, que se presenta de nuevo constantemente y se hace cada vez más compleja, debe buscarse en la dirección de ‘hacer la vida humana más humana’, entonces la clave, que es el trabajo humano, adquiere una importancia fundamental y decisiva”. (Encíclica Laborem Exercens: Sobre el trabajo humano).
Muchas veces la persona haciendo este trabajo humano es el inmigrante, una persona muy necesaria en la economía de los EUA, una persona generalmente muy diferente de la que es demonizada por el creciente sentimiento anti-inmigrante
Trabajador Católico de Houston, Vol. XXVI, No. 7, noviembre-diciembre 2006.