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Inmigración y economía: La solución de inmigración no se encuentra en estas propuestas de ley

Las cuestiones sobre inmigración están relacionadas más que todo a la economía. También están relacionadas a nuestra fe católica, nuestras Escrituras, la enseñanza de la Iglesia y nuestra tradición de dar bienvenida al forastero.

Hemos regocijado en el valor y el liderazgo de los cardinales y obispos sobre las propuestas de ley que recientemente se han pasado en la Cámara de Representantes y el Senado.
Pero en este momento H. R. 4437, la propuesta de Ley de Protección Fronteriza, Anti-terrorista y Control de Inmigración Ilegal que pasó en diciembre de 2005 en la Cámara de Representantes todavía existe como la han pasado. Con esta ley se hace criminal toda el fenómeno de inmigración. Según ella, cada inmigrante indocumentado es un criminal, cada persona que les trata de ayudar es un criminal, cada persona que les da trabajo es un criminal y todos irían a la carcel. Esta propuesta no provee ninguna posibilidad de legalización para los 11 o 12 milliones de personas indocu-mentadas que ya están en los EEUU, sino exige que todos sean deportados de una vez.

El Senado acaba de pasar su versión de una ley de inmigra-cion y protección fronteriza. La propuesta en el Senado es mejor que la de la Cámara de Representantes en que da espacio para la posibilidad de legalización, pero todavía incluye elementos muy duros.

Ahora las comités de conferencia de las dos Cámaras empiezan sus negociaciones y los de la Cámara de Representantes parecen resueltos a eliminar algunas secciones de las mejores de la propuesta del Senado.

La propuesta de ley del Senado (S. 2611), llamada la Ley Integral de Reforma Migratoria, pero llamada un monstruo de muchas cabezas por el Centro Nacional de Derecho de Inmigración, incluye ambos protección de la frontera y la posibilidad de legalización para algunos de los inmigrantes indocumentados en los EEUU.

Esta ley manda 4,000 agentes adicionales de la Patrulla de la Frontera, 6,000 tropas de la Guardia Nacional, por lo menos 2,500 inspectores de puerto de entrada, y 10,000 agentes para enforzar las leyes de verificación de empleo; una barrera de 370 millas, aeronave no dirigido por hombres, cámaras y otra tecnología cara para excluir a personas que intenten cruzar la frontera. Exige detención obligatoria y deportación inmediata (sin la posibilidad de tener audiencia con un juez–excepto para mexicanos o cubanos) que estén detenidos dentro de 100 millas de la frontera..

A primera vista la propuesta de ley del Senado es espantosa—la sección de contrabando de personas a EEUU sin documentos se lee casi exactamente igual de la de la Cámara de Representantes sobre los que ayudan a inmigrantes en cualquier manera. Sin embargo se incluye algunas excepciones para grupos religiosos y grupos no lucrativos y otros que ayuden.
Esta propuesta hace disponibles más visas para empleo, aunque una enmienda disminuyo el numero de visas inicialmente planeado. Hay provisiones especiales para los que trabajan en agricultura.

Para los indocumentados que ya están en los Estados Unidos que aplican por primera vez, el proceso de legalización en la propuesta de ley del Senado tiene tres niveles.

Nivel 1: Inmigrantes indocumentados que han estado en el país por cinco años o más podrían quedarse y ser elegible para seis años de autorización de trabajo y una trayectoría a la legalización y ciudadanía, si pagan impuestos del pasado, aprenden inglés y no tienen ningún record criminal (esto incluye tres ofensas menores).

Nivel 2: Inmigrantes indocu-mentados que han estado en Estados Unidos dos hasta cinco años eventualmente tendrían que regresar a un lugar de entrada en México o Canadá y reaplicar.

Nivel 3: Ordenaría deportados a los más o menos 2 milliones de inmigrantes que han estado en Estados Unidos ilegalmente por menos que dos años.

Esto no parece tan mal hasta que se examine de cerca el texto de la ley misma y las enmiendas incluídas en los últimos días antes de que pasara la propuesta ley. El costo de multas y cobros sobrepasarian $4,000. Esto prohibiría a muchos a aplicar. Desgraciadamente, también es cierto que muchos inmigrantes que ahora están indocumentados no podrían legalizarse a causa de las complicaciones y barreras de la propuesta ley en el Senado.

Prohibe aun la admisión de una persona que tiene parientes que son ciudadanos o residentes permanentes si ella admite que ha llenado la solicitud I-9 con un número falso de Seguro Social para obtener trabajo. Esto implica a milliones de personas que no podrán participar.
Por muchos años, la Inmigración ha procesado a Centroamericanos y los ha dejado libres, con la condición de aparecer después en una audiencia. Si fueron a sus audiencias en la corte, recibieron una orden inmediata de deportación; así muchos no se presentaron. Esto también es un número importante de personas.

Excluiría a estas personas de legalizarse (a menos que puedan probar que no recibieran la carta sobre la audiencia o establecieran que su falta de presentarse fue debido a circunstancias excepcionales o pueden demostrar que su salida resultaría en agravio de un ciudadano de EEUU o esposo o hijo quien es un residente permanente).

Hay una provisión en la propuesta del Senado que ayudaria a los estudiantes.

Sin embargo, quiz á ninguna de estas provisiones ocurrirán porque algunos lideres de la Cámara de Representantes insisten que cualquier compromiso sobre la legalización se enfoque en imponer la ley. Ellos comentan: “Nosotros debemos parar la hemorragia de gente en la frontera,” antes de siquiera considerar un programa para trabajadores.

Desde nuestro punto de vista necesitamos una ley de inmi-gración amplia y tolerante, porque al presente los inmigrantes no tienen derechos ni recursos. Ellos son maltratados en tantas maneras. Todos los días oímos sus historias.

Algunos dicen: “Ellos solamente están acá para tomar ventaja del gran sistema americano. ¿Y por qué no les ayuda su propio goberno?.”

Lo que falta en toda esta discución y debate — o en la retórica vehemente de la radio en contra de los inmigrantes — es una mirada realista al por qu é los inmigrantes vienen y como afectan la econom í a de los paises que los reciben. EEUU no es el único país afectado por este fenómeno. Gente pobre de los paises del Sur est á n tratando desesperadamente de entrar a los del Norte. Juan Pablo II dijo hace unos a ñ os que la migraci ó n de la gente de un pa í s a otro, no ha ocurrido a estos vastos niveles desde el cuarto siglo.

¿Por qué vienen los inmigrantes? ¿Por qué enfrentan los terrores la jornada, el hambre, sed, y posiblemente la muerte o caminando por los desiertos? Sus hijos tienen hambre y no pueden encontrar trabajos en sus países que les paguen lo suficiente para las necesidades básicas y la escuela para sus hijos. Uno debe tener zapatos y ú tiles escolares para ir a la escuela. Tienen esperanza en el futuro.

¿ Por qué Vienen? — Los Factores Económicos

El aspecto más impresionante en todo el debate emocional sobre la inmigraci ó n es que no hay una teoria de causalidad — ¿Por qué no estamos preguntando la razón por la que vienen? ¿Por qu é ha aumentado tanto la inmigración?

Reglas que nosotros, los EEUU, hemos impuesto sobre las naciones pobres por muchos a ñ os mediante el Fondo Mone-tario Internacional, el Banco Mundial, y Organización Mundial del Comercio en nombre del “Libre Comercio”, “ajustes estructurales”, y especialmente el desarrollo de “maquiladoras” o buscando la mano de obra más barata, han sido una causa mayor de migraci ó n.

Para los inmigrantes mexicanos los Tratados de Libre Comerciosons una causa m á s all á de todas las otras. El Washington Post ha reportado (8 de febrero 2006) que NAFTA “que entr ó en efecto en 1994, no puede haber sido más precisamente creada para incrementar la inmigración — principalmente por su devastador efecto sobre la agricultura mexicana.” Las provisiones agriculturales de NAFTA resultaron en un diluvio de ma í z subvencionado importado a M é xico de los Estados Unidos. El efecto en las areas rurales fue que de 1.5 millones a 2 millones de familias rurales quebraron. Dado que las reglas laborales de NAFTA no proveen a los trabajadores mexicanos una garantia de derechos en el trabajo, los trabajadores urbanos también sufrieron. Octavio Ruiz ha reportado que trabajadores en el vasto sector de fabricar para exportar, las maquiladoras, trabajadores no ganaron de un cuarto a la mitad de su sueldo anterior (Minneapolis Star Tribune 22 de abril 2006).

Ruiz también reportó estadísticas del Centro Pew Hispano que de hecho el número de inmigrantes a los EEUU de México disminuyó por 18 por ciento en los tres años antes de los Tratados de Libre Comercio. Pero en los primeros ocho años de NAFTA, el número anual de inmigrantes de México aumentó por más que 61 por ciento.

En Casa Juan Diego, que empezó para dar hospitalidad a refugiados centroamericanos, había un gran cambio después de los Tratados de Libre Comercio. Gente de México han estado viniendo en cantidades desde este tiempo en los ‘90’s. Muchos nos han contado que sus pequeños negocios fallaron porque no podrían competir con corporaciones multinacionales como Walmart, que abrió cientos de tiendas en México después de NAFTA.

Los miembros del Congreso que más han presionado en contra de la inmigración votaron por NAFTA y para extender las provisiones a America Central en CAFTA. De acuerdo con Ruiz, si estos legisladores quieren enfrentar los costos sociales y econ ó micos del creciente número de inmigrantes indocumentados en los EEUU, ellos deben no firmar tratados de comercio que destruyen el sustento de la gente en sus paises natales.

Esta economia neoliberal/neoconservadora est á basada sobre lo opuesto de las enseñanzas de Juan Pablo II en su encíclica, Laborem Exercens , en la cual él declaró que la evaluación de la justicia de cualquier economía debe ser basada en como los trabajadores son tratados. Otra raz ó n porque la gente de los EEUU está en contra de inmigrantes, es que la misma economía neoliberal ha dejado a nuestros ciudadanos con poca seguridad de trabajo.

La Gran Mentira

Muchas veces las actitudes en los EEUU hacia los inmigrantes est á n basadas sobre la gran mentira, o m á s bien grandes mentiras.

Comienza con la mentalidad de programas en la radio– “inmigrantes vuelan al Aeropuerto Hobby un día y el próximo d í a buscan ayuda gubernamental y viven felices para siempre.

Primero, ellos no vuelan hacia acá — nunca hemos conocido inmigrantes que han volado para acá. La mayoria caminan o toman un trén.

Ellos no pueden obtener ninguna ayuda del gobierno. No tienen acceso a estampías de comida, cheques de asistencia, Medicaid, o asistencia para incapacitados. La única cosa disponible para inmigrantes es educación para sus hijos y cuidado de salud limitado en serias emergencias en la sala de emergencia.

La gente dice que los trabajadores indocumentados no est á n bienvenidos aqui, pero en realidad, nuestra economia necesita 500,000 trabajadores nuevos cada a ñ o y est á con-stantemente buscando trabajadores. Nuestros granjeros dicen que no podrian sobrevivir sin ellos.

Aritmética simple–en cualquier lugar encuentras a trabajadores inmigrantes. Nuestra economía est á basada en este recurso de labor barato. Construyen nuestros edificios, podan nuestros cespedes, cuidan nuestros bebés, trabajan en nuestros restaurantes, y limpian nuestras oficinas.

Pero estos trabajadores también contribuyen mucho en términos de dinero. Cuando se cambia un cheque de un carpintero inmigrante se descubre que por su esfuerzo él recibe la mitad de su sueldo de carpintero. Nunca hemos visto la respuesta a esta pregunta, “¿Quién recibe la otra mitad? El inmigrante está dando esa mitad de su salario a la economía.

Gran Ahorro

Otra gran contribución que los inmigrantes hacen a la economía es la baja utilización de los servicios médicos y servicios sociales. No hay acceso fácil para estos servicios. Hablamos con la gente que est á enferma o herida cada d í a y tenemos dos cl í nicas gratis donde doctores donan su tiempo y experiencia. Conocemos a gente cada día que ha pasado por largos períodos de tiempo sin cuidado médico por falta de recursos. Cuando un carpintero indocumentado, que ha trabajado por años en la economia construyendo miles de casas y condominios que nos rodean, y se cae del tercer piso y se rompe la espalda en tres partes, los pagadores de impuestos no dan un centavo para su cuidado. Imaginen los ahorros para los contribuyentes que vienen de la ley que dice que los trabajadores indocumentados heridos no pueden recibir una compensaci ó n como los ciudadanos reciben pagamentos de incapacidad.

Conocemos esta población enferma y herida, porque los hospitales de Houston nos llaman todos los días sobre su necesidad. Los cuidamos y pagamos para que 65 personas enfermas tenga un techo.

Trabajador Católico de Houston, Vol. XXVI, No. 4, julio-agosto 2006.