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Dorothy Day y Santa Teresita de Lisieux: El poder del caminito de amor

El siguiente articulo es parte de una serie sobre las raíces del movimiento del Trabajador Católico.

Dorothy Day escribió un libro sobre Santa Teresita del Niño Jesús llamado Therese: The Life of Therese of Lisieux (Teresita: La vida de Teresita de Lisieux Springfield, Illinois: Editorial Temple-gate, 1960, 1991). El fruto de mucha investigación y estudio de parte de Dorothy, captura el corazón del mensaje de Santa Teresita de Lisieux y revela la profundidad de la propia espiritualidad de Dorothy. Cuando Dorothy escribió sobre ella, ella ya era conocida al mundo como la Santa del Caminito. En el Trabajador Católico de Abril de 1952, Dorothy la llamó también la “Santa del Responsable.” Dorothy reflexionó en su libro que mientras la popularidad de Teresita del niño Jesús era grande, las “consecuencias sociales de sus enseñanzas tenían todavía que ser escritas.” Desde ese entonces Santa Teresita del niño Jesús se ha hecho aun más conocida y es ahora una Doctora de la Iglesia.

Dorothy esbozó la consecuencias sociales del Caminito de Santa Teresita en una forma creativa, escribiendo especialmente para aquellos que pueden ser tentados para ser vencidos por el nihilismo y la desesperación en un mundo en el que se sienten desposeídos.

Después de muchos años de estudiar a los grandes filósofos, las obras grandes de literatura, economía y liturgia, después de tantos años de vivir los Evangelios entre los pobres, y convirtiéndose en un testigo valeroso contra la violencia y la guerra, Dorothy finalmente encontró muchas respuestas a las grandes preguntas y los ecos de su profunda fe para la vida en el mundo en la vida y la espiritualidad de esta joven mujer.

Al describir la vida y espiritualidad de Teresita, Dorothy escribió, “Oración y penitencia! Estos son en verdad los trabajos espirituales, las armas espirituales para salvar a las almas, penitencia para el lujo cuando sufren los destituidos, un trabajo para incrementar la suma total de amor y paz en el mundo.” Dorothy, quien había sufrido durante la Segunda Guerra Mundial por su pacifismo y había sido acusada de ser una romántica, siempre trató de explicar que el utilizar las armas del espíritu, estas serian mucho más poderosas que cualquier arma material de guerra.

Dorothy compartió con sus lectores que su libro fue escrito siempre más desde su propio punto de vista, haciendo énfasis en aspectos que le interesaban a ella particularmente. Expli-cando que mientras se habían escrito varios otros libros sobre la Pequeña Flor (calendarios de viajes para que los niños pudieran seguir sus pasos, y “vidas para los extrovertidos, para los introvertidos, los contemplativos, los activistas, los estudiosos y los teólogos”), era la persona común, el trabajador, las masas que la habían proclamado santa, y era para ellos que había escrito el libro. Teresita había dado su mensaje al mundo en un tiempo, Dorothy dijo, cuando la santidad no era lo “ordinario en este día de materialismo de pos guerra, delincuencia y todas aquellas palabras que indican lo de satisfecho que está el del Oeste con su economía de abundancia mientras el mundo del Este [Hoy día deberíamos decir el Sur] se sienta como Lázaro a las puertas del rico?”

Teresita insistió que su mensaje era para cualquiera, que cualquiera se podía convertir en santo, que era a través de los santos que el mundo se podía salvar y transformar – un tema que Dorothy misma había promovido por años.

En su explicación del por que ella escribió Teresita, Dorothy hizo énfasis, como a menudo lo había hecho, el problema de los “gobiernos haciéndose más fuertes y más centralizados,” y “todo el mundo dándose a la preparación de la guerra y al despliegue de la fuerza,” causando un sentimiento de “inutilidad” en la persona común. Dorothy presentó el mensaje de Teresita como una fuerza alternativa de gran poder explosivo, una forma de amor que “puede transformar nuestras vidas y la vida del mundo, una vez que se haya puesto en efecto.”

Dorothy dijo que había escrito para “alcanzar a 65,000 suscriptores del Trabajador Católico, muchos de los cuales no son católicos y menos ‘creyentes,’ para presentarles a una santa de nuestros días …” Ella hizo énfasis que era para sobreponerse a “el sentido de inutilidad en los católicos, hombres y mujeres, y jóvenes, casados y solteros que se sienten desesperanzados e inservibles, menos que el polvo, inefectivos, desperdiciados y sin fuerza.” Reflexionando en las tragedias y el sufrimiento del mundo y en la vida diaria reflejada en los periódicos, Dorothy se dio cuenta que la mayoría de la gente siente que no puede hacer nada sobre estas tragedias,que el rol ya ha sido escrito para ellos:

“Tenemos un sentido de fatalaismo, de tomar parte en una tremenda tragedia, una aventura temerosa. Nuestra vida está cargada de drama sobre el que no podemos hacer nada …\

“Estamos en guerra por nuestros pecados. Todo el sufrimiento, la miseria de los necesitados y los gimientes, es parte del mundo sufriente que hace el sufrimiento de Cristo.

“La mayoría de nosotros tratamos de olvidar y obtener la felicidad que podamos: ‘comer, beber, y gozar …,’ los filósofos se vuelven existencialistas y nutren su noble desesperación.”

Dorothy declaró que ella estaba escribiendo la vida de la Pequeña Flor por que Teresita estaba dispuesta a hacer algo sobre esto, “aunque ella estaba prisionera a todos los intentos y propósitos, en un pequeño convento en Normandía, desconocido a todo el mundo.”

El Caminito de Teresita “volaría la dinamita,” de la Iglesia Católica, como dijo Peter Maurin que era tan necesario. Dorothy escribió del impacto de la vida y espiritualidad de Teresa en esos términos:

“Ella habla a nuestra condición. ¿Es el átomo algo pequeño? Y sin embargo que estrago ha traído. ¿Es el Caminito una pequeña contribución a la vida del espíritu? Tiene todo el poder del espíritu de la cristiandad detrás.

“En un tiempo en que existen tantos graves temores por las partículas radioactivas que han sido rociadas por todo el mundo por las pruebas de las bombas de hidrógeno y nos hacemos la pregunta, ¿qué efecto van a tener en la vida física del universo? Uno podría decir que esta santa, de hoy día, está soltando una fuerza, una fuerza espiritual, sobre el mundo para contrarrestar ese miedo y ese desastre. Nosotros sabemos que un impulso de gracia es de poder más infinito que una bomba de cobalto.”

Como Teresita, Dorothy ha hecho énfasis en sus escritos por muchos años en la utilización de la armas espirituales delineadas en la Epístolas de San Pablo para combatir el mal en vez de emplear la violencia. Ella pudo enfocar nuestros intereses y eventos en la vida familiar de Teresita y su espiritualidad con respecto a estos que puede haber sido pasados por alto por otros biógrafos. ¿En que otro libro de Santa Teresita, por ejemplo, podría uno encontrar la descripción de la incomodidad de la madre de Teresita con la violencia y la destrucción de la guerra Franco Prusiana, durante la cual tantos hombres de la villa perdieron algún miembro, y el comentario de Dorothy sobre las condiciones de Santo Tomás para una guerra justa?

El compromiso de Teresita con el mundo vino por su receptividad del amor de Dios, su aceptación voluntaria de ser un “pequeño grano de arena” mientras el poder del amor de Dios trabajaba dentro de ella. Dorothy citó a Teresita en este tema:

“Es el camino de la niñez espiritual,” dijo ella en respuesta a la pregunta sobre su “Caminito.” Es la senda del total abandono y confianza. Yo les enseñaría el pequeño método que he encontrado tan exitosamente perfecto y decirles que solo hay una cosa que hacer en la tierra; el presentar ante Jesús las flores de nuestros pequeños sacrificios.”

Dorothy clarificó en las palabras de Teresita el significado del énfasis de “pequeño”:

“Ha habido tanta discusión del diminutivo ‘pequeño’ que Teresita utilizaba constante-mente que sería bueno recordar sus palabras de explicación … ‘El ser pequeño no es atribuirnos las virtudes que practicamos, ni es creer que nosotros mismos seamos capaces de practicar la virtud del todo. Es más bien reconocer el hecho de que Dios pone tesoros de virtud en las manos de sus pequeños niños para utilizarlos en la hora de necesidad, pero siempre permanecen tesoros del buen Dios. Finalmente, ser pequeño significa que nunca debemos descorazonarnos por nuestras faltas, pues los niños siempre caen pero son muy pequeños para hacerse mucho daño.’

“La total falta de importancia de cualquier cosa en este mundo excepto del amor de Dios por nosotros – esta era la carga de su enseñanza. Y que poco El es amado de regreso.”

Para Dorothy el significado del Caminito incluía a ambos los buenos actos y los actos de amor, pero también los pecados de omisión: “¡El significado de nuestros actos mas pequeños! ¡El significado de las mas pequeñas cosas que dejamos sin terminar! ¡Las protestas que no hacemos, los actitudes que no tomamos, nosotros que estamos viviendo en este mundo!” Dorothy unió el Caminito con las protestas del Trabajador Católico y los intentos para responder al sufrimiento en el mundo. Mientras Dorothy sabia que el camino de Teresita le parecía al mundo totalmente diferente del suyo, en sus artículos (e.g., TC abril de 1952) y en su libro, ella dijo claramente que el Caminito era también el camino del movimiento del Trabajador Católico aunque en un medio ambiente diferente:

“No estoy tratando de decir que la Pequeña Flor se hubiera añadido a las líneas de huelgas o hubiese hablado en plataformas comunistas o hubiese abrazado a los vecinos protestantes, si hubiese alguno en el pueblo de Alencon. Ella era un producto de su medio ambiente, burguesa, clase media, la hija de trabajadores adiestrados, con-fortable, gente frugal que vivía aparte del mundo con sus ojos en Dios, y sin embargo parte de este mundo en esa época, con la guerra Franco Prusiana, y con sus consecuencias de miedo e histeria y visiones y profecía. Ella quería todo, cada apostolado, ella decía, ambas cuando era niña y más tarde cuando fue mujer, y utilizó los medios a su disposición para participar en todo, para incrementar la suma total de amor de Dios en el mundo en cada minuto, acto, sufrimiento, cada movimiento de su cuerpo y de su alma, hechos por el amor de Dios y el amor de las almas. Ella utilizó las armas espirituales que cada uno de nosotros tiene a su disposición.”

Teresita había escogido la vida enclaustrada a la edad de quince, en un convento en que sus dos hermanas ya habían entrado. Dorothy comprendió que aunque ella había crecido en lo que se habría considerado una familia trabajadora o de clase media con un sirviente (su padre un relojero y su madre bordaba lazo fino) y más tarde vivía en el Carmelo, la espiritualidad de Teresita no era individualista; ella no ignoraba la pobreza y el sufrimiento en el mundo. Como niña había sido designada a menudo por su familia como la que ayudara a los pobres, dándoles cosas hechas con sus propias manos o invitando a las familias pobres a la mesa familiar de los Martin. Los Martin habían enseñado a sus hijos que era un privilegio servir a los poco afortunados con sus propias manos y hacer los trabajos de misericordia directamente en vez de repartir consejos y admoniciones pías.

Teresita quería ser una misionera en tierras extranjeras y a través de sus oraciones se convirtió en una. Ella hubiera querido ir al convento Carmelita en Hanoi, pero no pudo debido a su salud. Ella es ahora la patrona de las misiones. Referencia se hace a los escritos de Teresita a P. Teophane Venard en Vietnam, sobre quien Dorothy también escribió en sus columnas del Trabajador Católico, y cuya penetración en la situación de Vietnam le dio a ella una temprana comprensión de la guerra de Vietnam.

El más temprano encuentro de Dorothy con la Pequeña Flor ocurrió en el hospital cuando nació su hija Tamar Teresa. Dorothy había decidido llamarla Teresa por Santa Teresa de Ávila. Otra mujer en el hospital le preguntó en el hospital si se refería a la Teresita de Lisieux y le quería dar una medalla de Teresita. Dorothy no se sintió cómoda con la idea, pero después que la mujer la presionó, ella aceptó la medalla y un rol para la ‘otra’ Santa Teresa para su bebe: “Yo decidí que aunque llamase a mi hija por la santa más antigua, la nueva sería mi propia querida novicia, para entrenar a mi hija en la vida espiritual. Yo sabia que quería bautizar católica a la niña y quería que ambas santas la cuidaran. Una no era suficiente.”

Cuando uno de sus primeros confesores le dio a Dorothy La Historia de un Alma de Teresita, su respuesta fue que ella no quería algo tan simple y ella se “sintió ligeramente agravada con el Padre Zachary,” pensando que el sacerdote podría estar insultando su inteligencia por que ella era una mujer. Cuenta que le tomó años apreciar a la Pequeña Flor: “Yo prefería más leer sobre santos espectaculares que eran imposibles de imitar. El mensaje de Teresita era obviamente dirigido a cada uno de nosotros, confrontándonos con deberes diarios, simples y pequeños, pero constantes.

Después de leer sus explicaciones, uno todavía se pregunta por que Dorothy se hubiese interesado tanto en Teresita, después del rechazo inicial de ella, y que investigase y escribiese un libro sobre ella. Existe, aparentemente, un numero de profundas razones, además de las muy prácticas de sobrevivir en Casas de Hospitalidad del Trabajador Católico donde Dorothy encaraba tanto sufrimiento y necesitaba la fuerza y la espiritualidad para responder en amor a cada persona, a aquellos a quienes muchos habían rechazado como imposibles de amar.

Dorothy siempre había estado interesada en una mejor hagiografía, en una escritura sobre los santos en una manera más realista, y ella logró este trabajo ella misma al escribir sobre Teresita, aplicando su enseñanza a la más desafiante de sus situaciones. Como indicó Petre Casarella en su articulo en Communio:

“Dorothy quería levantar el velo de la piedad disecada de la imagen familiar de los santos católicos. Más aun, ella estaba convencida que respondiendo a la llamada de la santidad al mero centro de la vida familiar de cada uno era la única forma de confrontar las tan difundidas injusticias globales sin exacerbar el ciclo de violencia y desesperación en el mundo.

Dorothy descubrió que el dulce libro sobre Santa Teresita que ella había rechazado había sido corregido y adaptado, que algunas de las expresiones más fuertes se habían eliminado, y aun las fotografías habían sido retocadas para hacer parecer a Teresa menos desencajada a la hora de su muerte. Los estudiosos habían protestado y gradualmente las figuras verdaderas y escritos de Santa Teresita se habían hecho disponibles:

“El Padre Martinalde, el jesuita británico, habló con indignación sobre estos malos arreglos de las figuras. En vista del gigante rol que ella jugaría en la vida de la Iglesia, uno puede entender su ira. Aun su escritura, su autobiografía, su Historia de un Alma había sido trabajada, sus expresiones fuertes disminuidas, y es solo recientemente que hemos tenido la traducción autentica de su manuscrito.”

La propia fe de Dorothy había madurado con años de lectura y oración y a través de la participación en el Famoso Retiro que hizo frecuentemente.

Aunque Dorothy no menciona el Retiro en este libro, su entendimiento de Teresita está inequívocamente expresado en este lenguaje. Cuando Dorothy leyó en los escritos de Teresita que todos estámos llamados a la santidad, sto no era nuevo para ella. Se había hecho énfasis sobre esto en cada retiro que ella había hecho.

Mientras Teresa creía que ella tenía una vocación especial, que su vocación era “ser santa – y un tipo especial de santa de nuestros tiempos,” Teresita hizo énfasis que su camino era para todos, “un camino muy ordinario.” Escribió Dorothy:

“Ella misma dijo que su destino era enseñar al mundo de hoy que la santidad es accesible a todos, que todos están llamados, y que es un ‘caminito,’ un camino simple a seguir por todos. Y nunca ni una vez dice ella que estos transportes, estas alegrías no son para todos. Lo mismo que la Cruz, ellos son las alegrías de la vida espiritual. Poca atención ha sido dada a estas alegrías en la vida de Teresita.”

El articulo de Dorothy de Octubre de 1949 en el TC hizo hincapié que aquellos que ven en Teresita una piedad sentimental, tal vez no están bien informados con ella y con su espiritualidad:

“O, la Pequeña Flor es examinada (tal vez por su apodo) con sentimentalismo, o, cuando uno llega a conocerla mejor, con temor. En aquel frágil campo de batalla de su carne fueron peleadas las guerras de hoy. Cuando ella murió, sus huesos estaban traspasando su cuerpo y ella murió en una agonía de carne y de espíritu. Ella estaba tentada contra la fe y dijo que por los últimos años de su vida se esforzó en creer con su voluntad indomable mientras una burlona voz le pregonaba en sus oídos que no había ni cielo ni infierno y que estaba tirando su vida por nada. ‘Es algo terrible el caer en las manos del Dios viviente,’ dijo San Pedro con regocijo. Tenemos que pagar un gran y terrible precio pero “debajo están los brazos sempiternos.” Gracias a Dios por los santos cuyas fiestas vienen a recordarnos que estamos llamados a ser santos.”

Mientras Teresita siempre hacia énfasis en la importancia del amor familiar, ella también habló del despego y la renuncia y su rol en el crecimiento de la vida espiritual:

“Ella estaba lista a apostar su vida en esta renunciación de amor. Debemos estar listos a dejar todo. Debemos haberlo dejado ya, antes de que Dios nos lo pueda devolver transfigurado, súpernaturalizado. ‘Aquel que no aborrece a su padre, madre, hermana, hermano, por mi nombre, no es merecedor de ser mi discípulo.’ El es en realidad un amante celoso. El quiere todo.”

En el TC de octubre-noviembre de 1972, Dorothy Teresita mientras hablaba del trabajo en las casas del Trabajador Católico y en los esfuerzos para lograr una respuesta personalista a los problemas del Orden Social. En el contexto de lo que ella se refería como el poder más extremado del estado – que inhibía la libertad cristiana -, ella abogaba por el Caminito y la locura de la Cruz (otro tema de retiro) como los mejores métodos:

El trabajo es duro. La lucha contra el ‘todo usurpador Estado’ es más dura. Pero si Dios esta con nosotro, ¿quien puede estar contra nosotros? En El podemos hacer todo. Nosotros sabemos que Dios ha escogido a los tontos de este mundo para confundir a los sabios. Así es que pues ayúdennos a continuar en nuestra locura, en el Caminito de Santa Teresita que atrae a tantos a participar en nuestro trabajo.”

William Milleren su biografía de Dorothy, observó que no fue fácil para Dorothy adoptar su ultimo entendimiento, como Santa Teresita, que el amor es la respuesta a todo:

“Es extraordinario que Dorothy, en cuya disposición natural estaban los fuertes elementos auto afirmativos, conscientes, y aun combativos, fuera reconocida como una de las voces elocuentes de esta era al hablar de amor como la ultima realidad en la que toda la turbulencia del mundo, pena, y odio pudiera por siempre resolverse.”

Trabajador Católico de Houston, Vol. XXI, No. 7, diciembre 2001.