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La solución al capitalismo: “Personalismo neoliberal” es un fraude”

No tienes que ser un genio para darte cuenta de la falla del marxismo. Aun antes de 1989 uno se podría haber dado cuenta que los regímenes marxistas no habían sido construidos en ideologías y teorías marxistas, sino que fueron construidos más bien en cimientos extraños de decenas de millones de cuerpos del proletariado que estaban en desacuerdo con el régimen.

Los cimientos de los gobiernos marxistas de Rusia y China fueron dos cementerios.

Dorothy Day dejó la izquierda. Ella se dio cuenta cuando joven que los problemas económicos del mundo no se solucionaban ni con socialismo ni con comunismo. Ella renunció a la izquierda por su falta de profundidad después de su experiencia en la primera guerra mundial con socialistas. (ver Anne Klejment y Nancy Roberts, eds., American Catholic Pacifism, Praeger, 1996). Varios años después, a la edad de 30, ella se hizo católica, y descubrió las encíclicas papales y la filosofía de personalismo.

Dorothy Day fue influenciada por grandes pensadores como Peter Maurin, el Padre Virgil Michel, O.S.B., Emmanuel Mounier, Leo XIII y Pio XI.

Las primeras ediciones del Trabajador Católico de Nueva York están llenas de referencias a los Papas y sus escritos.

Dorothy Day no era socialista ni capitalista. Ella era una personalista cristiana como el Papa actual. Dorothy hizo muy clara su meta al iniciar el periódico en su primer editorial: “Con la intención de popularizar y hacer conocidas las encíclicas de los papas y el programa ofrecido por la iglesia para la construcción de un orden social, se inicia este periódico.”

Exito capitalista

No tienes que ser un genio para darte cuenta del éxito del mercado global. El capitalismo del siglo veinte ha evolucionado hacia un sistema que es brillante en crear nuevo capital. Con el mercado global hemos visto crecer el producto nacional bruto en 40% aun en los 70’s y los 80’s.

Talón de Aquiles

Este esquema de la creación de gran riqueza acompañado de la gran necesidad, ha sido por largo tiempo el talón de Aquiles del capitalismo moderno.

El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas encontró en 1996 que los activos de los 358 billonarios del mundo excedían los ingresos combinados de países con el 45% de la población mundial (358 personas sentadas no llenarían la Iglesia de Santa Ana en Houston)

Las Naciones Unidas declaró que “El desarrollo que perpetúa las desigualdades de hoy día no es sostenible ni vale la pena sostenerlo.” Desafortunadamente, la brecha se está acelerando. Está mucho peor.

Doctrina capitalista y el Centro de “Personalismo Económico”

Animados por el éxito, los capitalistas han indicado interés en una teología de creación de la riqueza y han buscado hacia los estudiantes, seminaristas, religiosos, y líderes profesionales, pagándoles los costos en seminarios y talleres y comprándoles libros, para formarlos en un mejor entendimiento de la economía de mercado neoliberal y para estimularlos a promover su crecimiento.

Bajo la dirección del Padre Roberto Sirico, se ha fundado un centro llamado el Instituto Acton para guiar a la gente en la nueva teología. Recientemente el Instituto Acton ha desarrollado lo que ellos llaman el centro de “Personalismo Económico.” Mientras que P. Sirico puede estar bien intencionado en hacer el bien como sacerdote, el se pone de lado de aquellos que solamente están interesados en la ganancia personal y la utilidad. Cuando sus grupos hacen énfasis en creatividad para los capitalistas, lo que defienden se convierte en la libertad y creatividad solamente para unos pocos.

Lord Acton, por quien fue llamado el centro, fue el líder del siglo pasado bajo la dirección del Padre Iguaz Von Dollinger que atacó la definición de infalibilidad de la Iglesia en 1870, aun después de que se emitiera el decreto. El Padre Dollinger, su mentor, fue excomulgado. Lord Acton sintió que el Pontífice Romano puede y debe “reconciliarse y ponerse de acuerdo con el progreso, el liberalismo (incluyendo liberal-ismo económico, i.e., capitalismo laissez-faire) y la civilización moderna.” (Syllabus of Errors) Lord Acton despreció a Pío XI y al Vaticano y apenas permaneció en la Iglesia.

Lord Acton inventó la frase, “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente.” El fue profético en su descripción de la economía global.

Abandono de enseñanza Papal

Parece como que la gente en el Instituto Acton tiene la misma actitud hacia las enseñanzas del Vaticano que tuvo Lord Acton. Ellos abandonan completamente las enseñanzas papales sobre economía, con excepción a algunas referencias fuera de contexto de Centesimus Annus. Ellos hacen referencia a los Papas en su condenación del socialismo pero omiten su llamada a la solidaridad con los pobres y por la justicia.

Estamos especialmente espantados, aun ultrajados, de que ellos utilicen las palabras “personalismo económico,” que para ellos realmente significa individualismo como el individualismo rudo de la frontera Americana. Lo que ellos describen no es el personalismo de Emmanuel Mounier y Peter Maurin el cual se concentra en el respeto a todas las personas y sus vocaciones en la vida.

Padre Sirico pasó un semestre en el London School of Economics. El recomienda diálogo adicional entre el personalismo y la economía de mercado libre, y las escuelas de Austria, Chicago y Virginia (los autores atendieron a la Universidad de Chicago y conocen la escuela de Chicago y a Milton Friedman, un héroe de P. Sirico).

Economía calvinista

El Instituto Acton y el centro de “Personalismo Económico” confían profundamente en las enseñanzas de Juan Calvino, que hizo énfasis en que la apariencia exterior y la comodidad material significa la gracia y la aprobación de Dios. En la enseñanza y prédica de Calvino, el pobre aparece como visiblemente condenado.

Los avisos colocados en los diarios católicos y protestantes destacan a los programas del Instituto Acton como una celebración del legado del Papa León XIII y Abraham Kuyper, un neo-calvinista, que presenta los temas como “100 años de pensamiento social cristiano.”

Desafortunadamente, sus programas tienen poco que ver con los preciosos legados del Papa León XIII, y mas bien son una distorsión de los mismos.

P. Sirico endosa este pensamiento, haciendo publicidad de los programas como una síntesis del pensamiento Calvinista y católico, no parece como que pertenece a la misma Iglesia que el Papa, que habla tan fuertemente de la solidaridad y la terrible separación entre los ricos y los pobres, y aun ha sugerido cuando visitó Polonia la última vez, que algunos capitalistas están muy cerca de la excomunión por sus terribles injusticias.

Contraste intolerante

El 27 de Septiembre de 1998, Juan Pablo II, recordando el día de la celebración litúrgica de San Vicente de Paul, atrajo nuestra atención a “uno de los grandes desafíos que confronta nuestra conciencia, el contraste realmente intolerable entre aquella porción de la humanidad que goza todas las ventajas del bienestar económico y progreso científico y las enormes masas de aquellos que viven en condiciones de extrema necesidad.”

El Santo Padre añadió que, “en el estridente contraste entre los ricos indiferentes y los pobres que necesitan todo, Dios está en el lado de los pobres. No es lícito el resignarnos al espectáculo inmoral de un mundo en el que todavía están aquellos que mueren de hambre, que no tienen un techo, que carecen aun de la más básica educación, que no tienen la ayuda más necesaria cuando están enfermos, que no pueden encontrar trabajo.”

Nuevo cementerio: “Personalismo Económico” es un fraude

No tiene usted que ser un genio para darse cuenta que la economía global (mercado libre internacional) en la actualidad sólido y floreciente, ha sido construido en los cuerpos de la gente del tercer mundo que han trabajado prácticamente por nada para llenar los cofres de las compañías del primer mundo. Encontramos a estas gentes cada día en la asa Juan Diego. La base del tremendo éxito de estas compañías son sus salarios de esclavitud.

Nuevamente tenemos una economía saludable construida en el cementerio de trabajadores pobres que han muerto no por balas a la cabeza de un pelotón de fusilamiento sino por la muerte de la mal nutrición, sobre trabajo, salarios de esclavitud, agua envenenada, habitación inadecuada, o tratando de organizarse en sindicatos.

El mercado global ha re- inventado la servidumbre. Las estructuras económicas que deberían facilitar una vida mejor y un mejor medio ambiente han facilitado la esclavitud. Una reciente columna en la sección de negocios del Houston Chronicle escribiendo sobre la necesidad renovada de uniones de trabajadores expuso que las fábricas de pollos donde los trabajadores deben usar pañales para adultos por que no se les da tiempo para ir al baño.

El demonio del siglo 19 ha regresado con 7 más, peores que el primero.

Exito de la economía global

El Capitalismo del siglo 20 se ha desarrollado en un sistema que es brillante en crear capitalistas pero muy pobre en aumentar el número de capitalistas ricos. Aun en los Estados Unidos, donde la economía es próspera, el valor neto del 1% superior es mayor que el 90 % inferior.

Es increíblemente irónico que los defensores del mercado libre global llamen a sus ideas personalismo económico cuando, como nos lo recuerda William Greider, “en el mercado global definido como mercado libre, cada quien es libre, parece, pero no la gente. Las empresas multinacionales pueden venir y regresar de un mercado al siguiente, los inversionistas pueden insistir en los términos para la utilización de su capital, los gobiernos pueden demandar concesiones en intercambio por oportunidades comerciales. Estos derechos contractuales, sin embargo, no incluyen a los ciudadanos” (William Greider, One World Ready or Not: The Manic Logic of Global Capitalism, Simon & Schuster, 1997. P. 388)

Cuando P. Sirico dice que “La prosperidad económica a través del comercio libre es el más efectivo distribuidor de la riqueza y el poder,” (“The Public Square,” First Things 75 (Aug./Sep. 1997) tal vez él está hablando de esta terrible disparidad.”
¿Como puede ser esto?

Emmanuel Mounier, padre del personalismo cristiano, estaría escandalizado por la falsedad del concepto de personalismo económico expresado por el Instituto Acton. Cualquier personalismo expresado por el Instituto Acton es por su descripción una definición de individualismo en vez de personalismo. Individualismo es lo que Mounier llamó el “más querido enemigo del personalismo.”

Mounier entendió el problema de los neoconservadores que nunca han tenido que vivir en la pobreza o nunca han tenido contacto con los pobres: “Intelectuales desacostumbrados a la crudeza de ciertas realidades, hombres acomodados que no entienden las fuerzas de las urgencias materiales … se olvidan que las iniciativas del individuo están plasmadas en las instituciones ambos sus defectos y su determinismo, que nuevos objetos necesitan un nuevo conocimiento. Tales instituciones, sean buenas o malas, siempre contienen una amenaza de opresión para la persona.”

Personalismo de Mounier

El programa de Mounier para una economía personalista le pide a cada quien a dejar de lado la codicia y el materialismo. Esto está en armonía con las bienaventuranzas: “En el plano de la ética individual creemos que un cierto grado de pobreza es la regla ideal para la vida personal. Pero pobreza en este sentido no significa un ascetismo indiscreto o una miseria vergonzosa. Nos referimos más bien a un desprecio hacia los apegos materiales que esclavizan, un deseo de simplicidad, un estado de adaptabilidad y libertad, que no excluye magnificencia ni generosidad, ni aun a algunos que se afanan por la riqueza, siempre que no sean avariciosos” (The Personalist Manifesto, Longmans Green and Co., 1938 p. 192.)

Mounier sintió que el problema más grande del capitalismo moderno ha sido proclamar la primacía de la economía sobre la historia, sobre la vida de las personas, sobre la comunidad, sobre vivir la fe y los valores de cada uno. La “importancia extrema adjunta hoy día al problema económico entre las preocupaciones humanas es un signo de la enfermedad social.”

Podemos rápidamente comprender lo que quiere decir Mounier por la primacía de la economía cuando pensamos en la presión tan grande impuesta a la gente para comprar y poseer cosas, vivir un cierto estilo de vida y siempre tratar de alcanzar el más alto nivel de comodidad. Consideración social y ostentación son prioridades.

Desprecio para los trabajadores

No tiene que ser un genio para darse cuenta de la actitud de las compañías hacia sus trabajadores del Tercer Mundo. Está claro por la cantidad de dinero que les pagan, unos pocos centavos por hora.

Recientemente nos entristeció mucho cuando escuchamos a un prominente teólogo contar que su hermano que vive en América Latina dice que es bueno que las multinacionales les den trabajo a estas personas, trabajos de no tendrían de otra forma. Los salarios de esclavitud pagados en los piases del tercer mundo son aun salarios de esclavitud entre los esclavos. Decir que no existen otros trabajos excepto en las maquiladoras es admitir que los programas de ajuste estructural requeridos por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial a las órdenes de las naciones más ricas han creado dichas economías en los países pobres y que son un fracaso completo.

Mounier sintió que el sistema de fábricas “está basado en el desprecio, consciente o implícito, de los trabajadores.” Nos hace recordar como esto fue expresado por un hombre de negocios, Taylor: “No les pedimos que piensen. Son otros a los que les hemos pagado para que hagan eso.” La economía del mundo de negocios “trata de ignorar completamente a la persona y se organiza a sí misma por una meta singular cuantitativa e impersonal: la ganancia.”

De acuerdo a Mounier, “la ganancia no reconoce el criterio humano ni los límites. Si acepta un criterio, es el de los valores burgueses de comodidad, consideración social y ostentación. E igualmente permanece indiferente al bienestar económico como tal y al bien de la persona con quien tiene contacto.” (p.180)

Mounier hizo eco de las enseñanzas de los Papas de la primacía del trabajo sobre el capital. El hizo énfasis en que las ganancias no tienen derechos pero los trabajadores si.

Para muchos trabajadores la mano invisible del mercado tiene un cuchillo.

Gran trilogía de Juan Pablo II

Escribiendo en el New Oxford Review de Septiembre de 1998, y citando Laborem Exercens, Rupert Ederer expresa los mismos intereses, señalando que para el Papa Juan Pablo II, el pago de los salarios justos es la forma concreta de verificar la justicia de todo el sistema socio- económico.” Ederer sostiene que “esa proposición llega al verdadero centro del capitalismo liberal, en el que el trabajo es solamente una mercancía relegable que se deja a la merced del mercado ‘libre.'”

En un resumen de la enseñanza social católica de los últimos 100 años, Ederer hace énfasis en la gran trilogía de Juan Pablo II: Laborem Excersens (1981), Solicitudo Rei Socialis(1987), y Centesimus Annus (1991), indicando que estos tres escritos solamente serían suficientes para darle el título de Doctor de la Iglesia y que “contienen cualquier crítica necesaria para enfrentar las horrendas consecuencias de nuestro actual retorno al capitalismo Victoriano y que nos ofrecen los principios morales de acuerdo con los cuales un sano orden social puede ser construido.”

Emmanuel Mounier y Jeff Gates

Es muy interesante leer El Manifiesto Personalista, publicado en los 1930’s (traído por Peter Maurin a los Estados Unidos, que persuadió a los monjes de la Abadía de St. John a traducirlo), y encontrar que tan exactamente pertinente es el día de hoy.

Es también fascinante leer a Jeff Gates’ la Solución de la Propiedad – The Ownership Solution (Addison Wesley, 1998), y descubrir muchas de las mismas ideas – un escritor de hoy expresando las ideas de Mounier sobre el capital. Basándose en una década de experiencia en desarrollo de la propiedad del trabajador de los ESOP (Employee Stock Ownwership Plans), aconse-jando a compañías y gobiernos en 25 países sobre envolver a trabajadores en la propiedad, el libro de Gates es uno de los mejores interpretaciones prácticas de la enseñanza social moderna papal.

¿Cual es nuestra religión?

Cuando Gates escribe, “Estamos ahora abofeteados por una economía global en la que los factores principales son fomentados, aun mandados, para maximizar los retornos financieros en una subasta mundial de suerte en que los valores financieros se han convertido en el substituto de los valores éticos, de religión, y de comunidad,” y que “El dinero, no el hombre, se está rápidamente convirtiendo en la medida del bien común” (The Ownership Solution, p. xxi.), él suena mucho como Mounier.

Cuando Gates nombra como culto, a “la santificación secular de las fuerzas del mercado” la actitud que la gente mundialmente está desarrollando hacia los retornos financieros, el nos recuerda nuevamente de Mounier, que entendió que era la falta de una “filosofía de vida” la que permitía a la gente a aceptar la primacía de la economía sobre todo lo demás. Mounier insistió que “los problemas económicos no pueden ser solucionados independientemente de los problemas políticos y espirituales, a los cuales están intrínsecamente subordinados.”

Instituciones en control

Ha habido un cambio mayor en la propiedad capitalista, otra fase de la creciente concentración del capital. Casi la mitad (47.7 %) de todas las acciones activas de las corporaciones de Estados Unidos están ahora en manos de instituciones. Inversionistas en seguros institucionales – fondos de pensión, fondos mutuales, compañías de seguros, bancos, fundaciones, y fondos de dotación universitarios poseen $11,100,000,000,000 ($11,1 Trillones) en activos al primero de Julio de 1996.

Como Gates indica, “La administración del dinero se ha enfocado en maximizar los retornos financieros y eso no es nuevo. Lo que es nuevo es la vasta escala de crecimiento por las nubes del contemporáneo ‘capital desconectado'” – dinero e inversiones totalmente desconectados de las personas. (The Ownership Solution, p. 2)

¿Como es posible?

¿Como podemos nosotros, comprometidos en la oportunidad para todos, permitir que semejantes terribles disparidades se desarrollen entre los ricos y los pobres?

El análisis de Gates es similar al de Mounier: el capitalismo como lo conocemos tiene un sistema de muy poco feedback. El mercado solo se interesa en el dinero. Sus cifras no se relacionan a los intereses humanos.

Capitalismo de María Antonieta

Los defensores del mercado libre tratan de dar la impresión que su sistema está abierto a todos. Gates describe la realidad para la persona que no tiene una gran cantidad de capital: “Los que hacen las políticas reclaman rutinariamente que el capitalismo es un sistema ‘abierto’ por que cualquiera puede comprar acciones. Es un mercado libre – cualquiera (cualquiera con dinero) puede comprar esas nuevas equidades.

“Esperar que una amplia base de asalariados compren su camino hacia una proporción significativa de la propiedad (i.e., de sus ya estirados cheques de pago) es lo que yo llamo ‘Capitalismo a la María Antonieta,’ solo que en vez de urgirlos a ‘que coman pastel, el refrán moderno sería ‘que compren acciones” (The Ownership Solution, p. 23).

La Solución Practica

La Solución de la Propiedad, así como El Manifiesto Personalista, nos desafían no solo a resistir las “tentaciones recurrentes del egoísmo, el corporativismo, y la supremacía del más fuerte.” (Juan Pablo II, 8 de Mayo de 1998) sino que provee una información práctica y experta en desarrollar la participación de la propiedad.

Gates y Mounier como los Papas en los últimos cien años, proveen una perspectiva para una sociedad donde el trabajador no es solo un peón en obtener ganancias, sino un genuino, pensante, y responsable participante en la economía, (una economía más productiva) y juntar a las personas, de su aislamiento y la desilusión.

Gates como Mounier antes que él, parece como que se ha empapado de la enseñanza católica social, que hace tanto énfasis en la propiedad del trabajador.

Su libro es una combinación didáctica única de análisis y crítica incisiva del mercado global de hoy día basado en un capitalismo financiero desconectado de la persona humana junto con una visión práctica de como la participación de los muchos, en vez de los pocos, en una posesión de propiedad personal extensa puede transformar el capitalismo.

Trabajador Católico de Houston, Vol. XVIII, No. 7, diciembre 1998.