Muchos de nosotros nos llenamos de esperanzas cuando leímos por primera vez acerca de la cuarta conferencia sobre la mujere de las Naciones Unidas en septiembre–aunque la ironía de su localidad no se nos escapó.
Tal vez la preocupación de las mujeres pobres del mundo serían realmente atendidas. Tal vez la dignidad de las mujeres de los paises más pobres y el desarrollo ecónomico para aquellos que sufren tanto los efectos de la pobreza se tomarían en serio a un nivel universal. ¿Sería posible que nuestro mundo fuese más allá del propio interés del capitalismo pos-moderno para considerar las necesidades de las mujeres pobres? ¿Sería esto demasadio bueno para ser cierto?
El documento preparativo y las reuniones pre-conferenciales indican exactamente esto. Puede ser que esto es demasiado bueno para ser cierto.
¿Que es lo que quieren las mujeres del tercer mundo?
En Casa Juan Diego conocemos la pobreza, sufrimiento y miserias de tantas mujeres del Tercer Mundo, especialmente aquellas de América Latina.
Las mujeres de Latinomérica, Asia y Africa están en peligro. Sus economías nacionales se deterioran cada día para la vasta mayoría, los pobres, mientras se debaten y promueven teorías económicas en universidades, congresos y distintas estructuras como el Banco Mundial. La vida está en peligro en los niveles de supervivencia para muchísimas familias del Tercer Mundo. Las mujeres tratan de mantener sus familias unidas, pero las presiones que están sobre ellas son enormes.
Existe alguna creciente similaridad, a un nivel un poco menos grave, aquí en Estados Unidos, donde se hace más difícil cada día el encontrar trabajos que paguen sueldos decentes y que pueden proveer las necesidades básicas y cuidado de salud para los pobres. Si la medida de todo es la ganancia, es lógico que las compañías trasladan sus fábricas a Latinoamérica para pagar sueldos de nivel muy bajo–en lugar de $14.00 dólares por hora en E.E.U.U., pueden pagar $14.00 por semana como lo hacen en Honduras.
Cuando llegan mujeres a la Casa Juan Diego de otros países, hablan de sus hijos que han dejado allá para ellas venir a tratar de encontrar trabajo aquí. Ellas han venido para que sus hijos puedan tener algo que comer, ir a la escuela y tener alguna clase de futuro.
Y cuando nosotros visitamos Latinoamérica hablamos allá con las mujeres y escuchamos de sus esperanzas, su dolor, sus luchas y a veces de su desesperación.
Oímos acerca de su preocupación de dar a sus hijos mejor nutricíon y tener cuidado médico disponible para sus hijos. Oímos también de su deseo de educación para sus hijos y entrenamiento para trabajos. Pero su deseo por educación es frecuentemente detenido por falta de dinero aun para zapatos, pagos para entrar a escuelas públicas y útiles escolares.
Oímos acerca del gran deseo de las mujeres por una vida familiar estable con lo básico para sobrevivir decentemente–por un trabajo para el esposo donde el pudiese ganar lo suficiente para conservar su dignidad y, si es necesario y se desea, un trabajo para la mujer también. Por lo regular, las parejas desesperadas buscan los dos trabajo, pero es un hecho que no hay suficientes trabajos. Oímos acerca del diario batallar para cubrir gastos de una casa chica (frecuentemente construída de cartón) y comida, con los precios siempre aumentando mas de lo que los salarios pueden cubrir. Oímos de familias mexicanas que se quejan de la reciente crisis económica, donde las mujeres tienen que dedicarse a la prostitución porque el esposo ha perdido su empleo de bajo salario y no existen otros trabajos. No queda otra alternativa.
Que comentario se puede hacer sobre la nueva economía global.
Las mujeres quieren un desarrollo económico que no depende de las
enormes compañías internacionales del primer mundo que controlan todos los mercados. Quieren tener manera de vender artículos a precios bajos para que la gente pueda comprarlos y vendedores puedan subsistir. (Esto ahora está prohibido por los Tratados de Libre Comercio para peqeños artículos importados. Los precios deben de ser de standard transnacional).
Las mujeres desean poder tener negocios chicos, muchos de los cuales se han quebrado por la competencia de TLC de las grandes compañías. Mujeres jovenes que trabajan en las maquiladoras de esas compañías quieren tener el derecho de organizar sindicatos y de no estar desocupadas (bola negra) si lo hacen.
Mujeres de Latinoamérica nos dicen que quieren un desarrollo económico que no esté atado a la esterilización, anticonceptivos, o aborto. Recientemente una mujer mexicana nos dijo que desearía poder ir al hospital sin ser esterilizadas sin su consentimiento. Esta mujer se
enteró un año más tarde que le habían sacado su matriz.
En julio de este año los periódicos mexicanos publicaron anuncios, donde se afirmaba que el Banco Mundial prestaría dinero al estado de Chiapas. Estos programas están atados a cualquier asistencia del Banco Mundial.
En el mismo número, en la primera página, salió el anunció de una gran campaña para esterilizar a las mujeres de Chiapas.
Las mujeres pobres de Latinamérica con quien hablamos valorizan a sus hijos y familia después de Dios. Es una de las más importantes valores en su cultura. Quitándoles a sus hijos les quitan todo. Por contraste, la gente de culturas Anglosajonas a veces aprecian la eficiencia y progreso sobre todo lo demás.
¿Que se enfatizará en Pekín?
Nosotros esperamos y oramos para que estas preocupaciones de las mujeres de América Latina y del Tercer Mundo se presenten en Beijing.
Sin embargo, aparece que algunas mujeres del Primer Mundo (como es el caso de los Estados Unidos, Japón, Korea del Sur, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia), tienen una idea diferente de lo que es bueno para las mujeres del Tercer Mundo. El énfasis en el documento preparativo para esta conferencia está centrado en el control de la población,
aborto y esterilización, aunque la conferencia es ostensiblemente sobre la mujer, no sobre el control de la población. Aun la parte del documento que se trata del desarrollo económico está unida al control de población para las mujeres que participan. ¿Sin control de la
población–no hay ayuda!
El documento preparativo para Pekín menciona la feminización de la pobreza (hay más madres solteras en muchos países que tienen pocos recursos), pero no reconoce que este problema en el Tercer Mundo no es necesariamente una cuestión de no valorar el trabajo de la mujer en su propio país (aunque puede ser verdad), pero se influye dramaticamente
las prácticas y requisitos de la nueva economía global.
Primero, no hay bastante trabajo para hombres en esta nueva economía. Los hombres viajan de un país a otro dentro de sus continentes como es el caso de Africa o América para encontrar trabajo y tienen que dejar sus esposas y niños atrás en la pobreza. La costumbre de las maquiladoras de buscar solamente a mujeres (en especial, mujeres muy jovenes o menores de edad) y menores, han dejado muchos padres de familias con la necesidad de migrar.
Las deudas tan pesadas debidas a préstamos imprudentes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional por préstamos imprudentes hechos por estas instituciones son una parte del origen de la pobreza que daña a mujeres y familiaspor todo el Tercer Mundo. En la reunion preparando para la conferencia en Beiging naciones poderosas opusieron a cualquier alivio de las deudas para ayudar a naciones pobres, y así en especial a mujeres pobres. Hubo también oposición a enfatizar la reducción de armas y la transferencia de los presupuestos militares a programas sociales y al desarrollo económico.
Algunos grupos en estas reuiones han insistido en presentar religión o hasta valores en una manera negativa en el documento. Nosotros creemos que, al contrario, grupos religiosos son los indicados para desarrollar una visión y un plan para responder a la explotación de mujeres pobres.
Y, lo peor de todo, para nosotros, era la oposición de las naciones más poderosas de aun mencionar en el documento el sufrimiento, los intereses y los derechos de mujeres migrantes.
La conferencia en Beijing influenciará la política de paises y de grupos internacionales acerca de la mujer. Lo publicado en los documentos la conferencia de la ONU se citan por años en el futuro como normas. Hay muchas organizaciones no-gubernamentales que estuvieron presente en esta pre-conferencia y que seguramente estarán presentes en Beijing. Estos grupos hablan con los representantes de gobiernos y tratan de ganar sus votos en favor de sus puntos de vista. Algunos de estos grupos más activos vienen de países más ricos y representan el punto de vista secular de Europa y E.E.U.U. ¿Dominará el deseo del “Primer Mundo” de mantener su estilo de vida consumista? ¿O ampliará un nuevo colonialismo para dominar a los que una vez eran conquistados, pero tuvieron la esperanza que ahora estarían independiente y libre?
Salven el ambiente
Las preocupaciones del tercer Mundo sobre el ambiente han enfocado tremenda energía y frecuentemente coerción sobre el control de la poblacíon por lo que se ha convertido en un pánico, o casi histerismo, acerca de usar los recursos del mundo muy rápido.
La gran pregunta
Pero, ¿quien está usando los recursos mundiales? ¿Podemos aun comparar los pobres del Tercer Mundo, que consumen 20% de los recursos mundiales, a los estilos de vida destructivos del Primer Mundo, que consumen el 80% de los recursos mundiales?
Un autor da a estos dos grupos del Primer y Tercer Mundo otros nombres. El habla de “La Tercer Parte del Mundo” (naciones ricas) compuesta de países economicamente desarrollados y de las otras Dos Terceras Partes del restantes (Tercer Mundo) que son los países más pobres o menos desarrollados.
Usando sus palabras nosotros diríamos que la Tercer Parte del Mundo sugiere que el aumento en población en las Dos Terceras Partes del Mundo es el problema y se debe de corregir allí. Así, la Tercer Parte del Mundo sugiere que es el aumento en población el factor más importante, mientras que las Dos Terceras Partes del Mundo dicen que es el aumento en demanda de La Tercer Parte del Mundo por recursos y materias primas que es la mayor causa de los problemas ambientales.
La vasta mayoría de los recursos del mundo se consumen por la Tercer Parte del Mundo–mientras que solamente una pequeña parte es usada por las Dos Terceras Partes del Mundo, el cual representa a más gente.
Por ejemplo, una persona típica de los Estados Unidos consume cuarenta veces más la energía de una persona típica de la India, los efectos de las vidas de la población en Estados Unidos sería equivalentes a los de diez mil millones de los habitantes de la India. A medida que la gente de la India usa la energía, diez mil millones de ellos podrían vivir en los Estados Unidos. Diez mil millones es más que la población corriente de la India diez veces (de “People vs. the World; a View from another Window,” Friends Journal (Revista Cuákero), noviembre, 1993. Autor Aziz Pabaney es miembro de Grupo Cuákero de Bombay, India).
Los países del Primer Mundo importan más comida de lo que exportan, la carne, por ejemplo. Mucha de la carne importada viene de Sudamérica y Africa, donde los aldeanos están siendo desplazados de sus tierras por las compañías productoras de carne y los ricos ganaderos. Como resultado los bosques tropicales se están destruyendo para abrir pastos para el ganado. Hoy la mayor parte de Europa importa maderas duras y miles de otros artículos de los trópicos. Todo esto representa una tremenda sobrecarga de capacidad Europea y Norteamericana de llevar. Los países del Primer Mundo se están llevando todos los recursos del Tercer Mundo. (Aziz Pabaney, “Pueblo vs. el Mundo.”) La impresión demostrada al público es lo opuesto.
Viejos solteros frustrados
Algunos han bromeado acerca del documento preliminar con su énfasis en sexo en lugar de economía, diciendo que “aparentemente el comité compuesto de miembros de Planificación Familiar y la Organización Mundial de la Salud incluía a viejos solteros y frustrados que querían enfocar totalmente en causas pélvicas y sexo en lugar de planes para ayuda económica para las mujeres pobres del mundo. Le llaman economías pélvicas.”
El documento preliminar de Beijing quiere atar toda ayuda a las mujeres del Tercer Mundo a la esterilización, aborto o anticonceptivos. Se le rehusará ayuda económica a aquellas que no se comprometen a no tener más hijos (e.g., préstamos del Banco Grameen, que presta a un interés muy alto, hasta de 50%).
Imagínense la pena de una religiosa misionera italiana que recibe apoyo de las Naciones Unidas y simplemente quiere dar el proverbial vaso de agua en el nombre del Señor a una mujer. Primeramente debe obtener la promesa de la mujer pobre de aceptar la esterilización, aborto o anticonceptivos antes de que se le pueda dar un vaso de agua en el nombre de Jesús.
Si todavía creemos en lo lógico, no es difícil ver como el temor de algunos de nosotros de un nuevo colonialismo es una realidad. Tenemos un miedo mortal.
Escuchar a las mujeres del Tercer Mundo es muy inquietante.
“En el pasado,” nos dicen las Latinoamericanas y Africanas, “Ustedes vinieron a nosotros, nos daban la Biblia y se llevaban nuestro oro, tomaban nuestras tierras y nos hicieron esclavos. Ahora ustedes han tomado y continúan tomando nuestros recursos, abusan de nuestra tierra, y ustedes quieren que nosotros cometamos genocidio (no más hijos). Aun quieren recoger sus Biblias de nuevo y que renunciemos nuestros valores y religión.
Encolerizadas Latinoamericanas nos atacan, diciendo, “Los conquistadores de tiempos coloniales vinieron con sus espadas y nos quitaron la vida de muchos al igual que nuestra tierra y los recursos.
Los nuevos conquistadores vienen con su tecnología y bajos sueldos para establecer fábricas con condiciones tan malas como las que describía Charles Dickens, todo en nombre del progreso. Ahora tenemos los conquistadores del Primer Mundo con sus escalpelos listos para eliminar nuestra raza completamente con sus refranes “esterilizacióno o morir de hambre.”
Nos han dicho Latinoamericanas hóstiles que ellas se sienten muy incómodas con el nuevo imperialismo Yankee, y con misioneros que proselatizan, aunque muy suave, a sus mujeres pobres. Ellos conocen el doble entendimiento de “1984” de George Orwell.
“Queremos ayudarles con trabajos de fábrica e industrialización y tecnología” a $.37 por hora.
“Queremos darles sus derechos reproductivos,” lo cual significa quitarles sus derechos reproductivos.
“Nosotros queremos darles el derecho de escoger,” que significa deben de escoger lo que nosotros escogemos o detenemos toda ayuda.
“Nosotros queremos liberarlas de la opresión Islámica y de la edad media,” que significa nosotros somos la nueva jerarquía–nosotros sabemos lo que es mejor para ustedes.
“Queremos traerles la democracia,” que significa, sigan los deseos del Primer Mundo.
“Queremos que ustedes tengan el mando en sus cuerpos,” que realmente significa nosotros queremos que el Primer Mundo esté mandando en sus cuerpos. Y responden, La frase, “mi cuerpo es mio,” no se puede decir ninguna cristiana, porque el cuerpo es el templo del Espíritu Santo.
Se nos escapa–¿como podremos explicar porque Mary Smith, que pertenece a la Iglesia Episcopaliana de St. John, que está activa en Planificación Familiar y vive en una casa que podía albergar a 80 personas, puede dictar a mujeres del Tercer Mundo como han de vivir?
El colonialismo e imperialismo han sido condenados por la mayoría en este siglo por imponer valores y robar los recursos de otras tierras. Los que llevaban a cabo estas acciones eran criticado severamente por no respetar la dignidad de los pueblos conquistados. Ahora aparece que hemos regresado al colonialismo.
Documentos del gobierno de E.E.U.U. contienen mucha información sobre programas coercitivos de control de la población que se impone en otros países. Muchos de estos programas, que incluyen premios y castigos para convencer a trabajadoras a decidir esterilizarse en Asia, Latinoamérica y Africa, están atados con el empleo. En Indonesia, las mujeres estaban forzadas a tener el aparato IUD introducido en su matriz bajo la amenaza de la evacuación forzada a islas aisladas. Algunos de estos aparatos se introdujeron a mano armada o mujeres estabana arrastradas a comisarías y se introdujeron los IUDs a la fuerza.
En otros países se introducen IUDs en las mujeres sin su conocimiento bajo capa de otros procedimientos médicos. Han salido muchos artículos preguntando sobre los IUDs y daño a la salud de la mujer. Según Elizabeth Liagin, escribiendo en Studies in Prolife Feminism (Estudios en Feminismo ProVida), primavera 1995, en todos estos casos las autoridades locales estaban tratando de cumplir con los requisitos para ayuda económica del Primer Mundo. Liagin dice que E.E.U.U. también ha dado ayuda económica a programas basadas en el empleo eufemisticamente llamados programas de “planificación familiar” en Brazil, Bolivia, La República Dominicana, Thailand, Ghana y otros países.
Amnistía Internacional de E.E.U.U., un grupo imparcial de derechos humanos, recientemente reportó que en aldeas católicas 200 millas al norte de Beijing, personas que rompen la regla de China de “un sólo hijo” por familia han sido encarcelados, torturados, y pagan multas muy altas. Amnistía Internacional reporta que “los detenidos eran golpeados y torturados para acelerar el pago de multas. Se reportaba que algunos eran colgados de los pies, cabeza abajo, otros recibían toques eléctricos en su lengua con bastones eléctricos o alambres con carga eléctrica…mujeres solteras que eran detenidas para hacer que las familias pagaran las multas, eran golpeadas y abusadas sexualmente. Amnistía Internacional reporta que a las mujeres católicas en China les dan a la fuerza drogas para inducir aborto hasta al octavo o noveno mes de embarazo.
El gobierno de Estados Unidos ha dedicado $50 millones al año al Fondo de Población de las Naciones Unidas, que participa en estos métodos coercitivos, y la administración Clinton ha dicho que el aborto compulsorio o esterilización involuntaria no son, por definición, persecución política.
Sin embargo, el Tribunal de Nuremberg definió el forzar a una mujer embarazada a someterse a matar a su hijo por nacer un “crimen contra la humanidad.” ¿Hemos de hacer a un lado los juicios de Nuremberg?
No solamente no se perciben estas reglas como una violación de derechos humanos por muchos en el Primer Mundo, sino que están adoptándolas para ayudar a las mujeres. Como dijo el Santo Papa recientemente, “El documento preparativo de Beijing refleja un “modelo Occidental de promover las mujeres que no toma en cuenta los valores de las mujeres en la mayoría de los países alrededor del mundo.”
Nosotros nos disculpamos por tomar esta postura. Pero estamos convencidos, con tantos otros, que ¡Basta 50 años! Es un tiempo muy largo de que las instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y los países del Primer Mundo han estado controlando los destinos de los países pobres.
Nosotros estamos totalmente dedicados a los asuntos ambientales. Creemos, sin embargo, que no podemos poner el peso sobre la gente del Tercer Mundo, sin enfocar en los corruptores.
No debemos poner la carga sobre las espaldas de las mujeres pobres quienes consumen tan poco. Tenemos esperanzas y oramos para que la conferencia en Beijing reafirme la dignidad y derechos humanos de las mujeres y las familias.
M.L.Z., L.Y.Z.
Trabajador Católico de Houston, Vol. XV, No. 6, septiembre-octubre 1995