header icons

Padre Sirico utiliza la letra “S” para ganar

Una de las influencias más dañinas en la discusión de los derechos de los trabajadores y la aplicación de la doctrina social de la Iglesia es P. Robert Sirico, un miembro de los Oratorianos y director del Instituto Acton.

Con gran sagacidad él elimina cualquier oposición a su economía de “laissez faire” por medio de utilizar la letra “S” contra la crítica y contra todos aquellos que interpretan la economía en forma diferente a su prescripción.

Si usted está en desacuerdo con él, usted es un socialista. Toda la oposición a lo que él escriba queda cancelada por la posibilidad de ser radical. La forma de denigrar a aquellos que toman las encíclicas papales en serio y están interesados en asuntos sociales es nombrarlos socialistas o proponentes de la teología de la liberación y asi eliminarlos de la discusión. El hizo exactamente esto en un reciente artículo en el Wall Street Journa l (2-13-2007) en el que él presenta “laissez faire,” capitalismo neoliberal brutal como una “Teología de Libertad.”

No hace mucho un colega de P. Sirico fue presentado con una copia del Trabajador Católico de Houston para su comentario. “Puro Kremlin,” respondió él, aunque el sabía muy bien que Dorothy Day y Peter Maurin (y también los Trabajadores Católicos de Houston) no son socialistas ni comunistas pero eran muy conocedores de las encíclicas papales. Peter Maurin dijo que el propósito del movimiento del Trabajador Católico era el hacer conocido las encíclicas.

En su articulo del Wall Street Journal , P. Sirico nos dice que la gente que ocupó la Catedral de la Ciudad de México un domingo en la mañana, eran de la izquierda “colectiva militante,” así es que tenemos que tener cuidado de ayudar a los pobres o estar interesados en los derechos humanos. Puede haber socialistas escondidos en las sombras. Puede haber teólogos de la teología de la liberación escondidos en las sombras. La Iglesia debería evitar la política, “sobre todo debería mantener independencia de la política.”

La mayoría de la gente ya sabe que Hugo Chávez no es un proponente de la doctrina social católica. Pero nosotros no podemos abandonar la enseñanza católica social y el interés por los derechos humanos simplemente porque un socialista dice que necesitamos estar interesados en los pobres. No podemos dejar que la letra “S” domine y destruya nuestro interés por lo que los Papas recientes han llamado la globalización de la solidaridad.

P. Sirico declara que una “comprensión vibrante del mercado” curará todos los males. Tenemos que recordarlo que el “mercado” ha estado atado a la política que ha herido a los pobres alrededor del mundo por décadas, reforzado por las acciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y más reciente-mente por la Organización Internacional de Comercio (WTO). Las economías que él llama “Teología de la Libertad” no son libertad, ni siquiera libertaria. Es más bien un patrocinio de gobierno para las corporaciones multinacionales y una falta de libertad para las naciones pobres que deben seguir los dictados de las instituciones internacionales o “morir” económicamente. La privatización por el puño y la venta de todos los servicios por la fuerza a las multinacionales a través de todos los países del Sur no han traído la libertad.

Los que han seguido al instituto calvinista de P. Sirico y el modelo económico neo liberal de Milton Friedman han causado mal estar sin nombre a los pobres del mundo. Tal vez sean responsables por el resurgimiento del socialismo en algunos países de América Latina donde la gente esta desilusionada con los modelos neoliberales (condenados por Juan Pablo II en Ecclesia en America ).

No hemos visto entre los escritos prolíficos de P. Sirico ninguna referencia o preocupación para los trabajadores, los trabajadores defendidos por el Papa Juan Pablo II como el centro del sistema económico. El Papa dijo en Laborem Exercens que los trabajadores y sus salarios son la llave para la evaluación de cualquier sistema económico.

¿Cómo puede P. Sirico haber concebido a la idea de una “Teología de la Libertad” a un sistema que ha dejado a los trabajadores casi como esclavos?

Trabajador Católico de Houston, Vol. XXVIII, No.3, mayo-junio 2008.