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Jacques y Raissa Maritain: Dos visitas de los Maritains

Una noche en el mes pasado un grupo se reunió en una cena en honor de Madame Raissa Maritain, que regresaba a Francia el día siguiente después de una corta visita a Nueva York y el Medio Oeste. La conversación procedió en francés e inglés. Gracias al Licienciado McNeil, que está tan cómodo en francés conversacional al igual que en inglés, fue para mí, que no hablo francés, una cena muy agradable. Los otros confesaron que estaban más cómodos discutiendo filosofía en francés que el movimiento de los sindicatos, por ejemplo, en el cual Madame Maritain estaba tan profundamente interesada.

Maritain y su esposa tienen un cariño afectuoso por los Estados Unidos y consideran que existen infinitas posibilidades aquí de trabajar para un estado pluralista que el filósofo ha descrito en su primer obra.
Trabajador Católico (Nueva York), diciembre 1938.

Maritain y el Papa

Por Dorothy Day

Otra noticia del mes que llenó nuestros corazones con esperanza fue el recuento de que Jacques Maritain había recibido por el Santo Padre. Varios meses antes hubo una fiesta de despedida para M. Maritain a la que Peter y yo recibimos invitaciones. Con gran atrevimiento, yo decidí pedirle que le presentara algunos números del Trabajador Católico al Papa Pius XII.

En el espíritu de tradición, tomé una barra de pan de trigo sin levadura, hecho en casa, y un par de calcetines que yo había tejido y se los presenté a él, junto con las publicaciones del Trabajador Católico, como un regalo de despedida de nosotros aquí en el Trabajador Católico. El nos prometió, con su acostumbrada gentil cordialidad, hacer selecciones de los periódicos y dárselas al Santo Padre.

Trabajador Católico de Houston, Vol. XVI, No. 1, enero-febrero 1996. Reimprimido delTrabajador Católico junio 1945 (Nueva York).